Identidades Numero 4, Diciembre 2014 | Page 33

La sociedad civil en Cuba está en un momento crucial. Su progresivo estado de madurez ha contribuido a las transformaciones cívicas y hay creciente interés en participar en escenarios internacionales para dar a conocer la verdadera realidad que padecen los afrodescendientes, tan distorsionada por la elite gobernante. El gobierno manipula para que no sea visible la forma de discriminación directa, pero prima la discriminación indirecta. Al vivir en las localidades más insalubres y tener acceso a los puestos de trabajo de menor remuneración, es incuestionable que los afrodescendientes son objeto de discriminación y por ello son la mayoría de la población penal del país y en los puestos de trabajo donde tienen que realizar un esfuerzo físico mayor con muchísimo menor salario que en otros puestos. Para conocer la problemática racial en Cuba e intentar resolverla se deben aplicar varias estrategias, entre ellas políticas de acción afirmativa, con la intención no ya de eliminar, pero sí de minimizar la discriminación y enmendar viejas prácticas, igualar oportunidades y suscitar la diversidad. Estas políticas de acción afirmativa deben transformarse en capacitaciones y creación de mecanismos de queja, estudios para determinar la dimensión y el alcance de la discriminación, sistemas de cuotas para los centros de estudios y diferentes sistemas de admisión. Se debe trabajar en el establecimiento de instituciones que realmente funcionen y aborden las manifestaciones del racismo, monitoricen la legislación, acrecienten la visibilidad sobre la problemática racial, produzcan y publiquen textos y documentos, promuevan políticas y prácticas para asegurar el tratamiento equi