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la libertad y la independencia de Cuba.
Con eso de "actualizar" el socialismo
cubano, el gobierno de Raúl Castro
parece estar listo para tratar a los cubano-estadounidenses con cierto respeto
y no como traidores. Esta dispuesto
incluso a darles la bienvenida como
visitantes honrados y valiosos para la
isla, siempre y cuando acepten quedar
fuera de la política cubana y proseguir
con la función de proveer asistencia
financiera a sus parientes allí, a sabiendas de que parte sustancial de su dinero
terminará en las arcas del Estado totalitario y servirá como un medio para su
supervivencia. El régimen de Castro
teme —más que a cualquier otra cosa—
a la restitución de la nación política
cubana como comunidad de personas de
mentes libres y comprometidas en
ambos lados del Estrecho de la Florida.
De ahí que la prioridad número uno de
los cubano-americanos, como razón
principal, ya sean demócratas, republicanos e independientes, estriba en unir
sus fuerzas con los que luchan por la
libertad dentro de Cuba y convertirse en
portadores activos de este proceso
unificador. Pero seamos honestos y
realistas aquí: no es tarea fácil cerrar la
brecha entre quienes sí y quienes no han
tenido que vivir durante décadas expuestos a la "radiación totalitaria". Lo
que se abrió aquí y ahora es una auténtica "caja de Pandora", que contiene
muchas preguntas inquietantes, especialmente sobre el papel de la comunidad cubano-americana en las "crisis" de
las tensas relaciones por casi seis décadas entre Estados Unidos y el régimen
totalitario de Cuba, que ha utilizado su
maquinaria propagandística de manera
sistemática y muy "creativa".

Aquí y ahora lo que se necesita es valor
para comenzar realmente el proceso de
auténtica reconciliación nacional y
poner en marcha un diálogo nacional de
todas las generaciones de cubanos en
ambos lados del Estrecho de la Florida,
incluso de aquellos que a ciertos políticos les gustaría dejar atrás: los ex presos
políticos del régimen comunista. Un
verdadero registro histórico, sin distorsión, de los acontecimientos en Cuba
demuestra su patriotismo y valor personal en medio de una vida llena de sufrimiento, así como actos de su solidaridad con quienes compartían su suerte.
Por eso tienen lugar importante en el
proceso actual de la liberación de Cuba
y con ello el debate nacional sobre el
futuro no debe excluir, como algunos
polemistas parecen creen, las preguntas
que simplemente no deben ser olvidadas
para arrojarlas al basurero de la historia.
Justamente lo contrario es correcto: un
nuevo "contrato social" entre los cubanos debe centrarse en el futuro, pero no
puede alcanzarse sin el reconocimiento
de la justicia y la recapitulación del
pasado, como ya se ha demostrado de
forma convincente en muchos países en
transición.
5. Encuentro Nacional Cubano
Al tiempo que el Secretario de Estado
de los Estados Unidos visitaba La Habana para reabrir la embajada, sesionó
en San Juan, Puerto Rico, otro evento
que merece atención: la Asamblea
Nacional de Cuba o Encuentro Nacional
Cubano para constituir una nueva plataforma de la oposición democrática
cubana. Veintitrés entidades independientes en Cuba y más de treinta del
exilio estuvieron representadas en este
"Encuentro", que se orientó al debate

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