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Cuba en 2015: una perspectiva desde Europa Central Martin Palouš Ex embajador en EE. UU. (2001-2005) y ex representante permanente ante la ONU (2006-2011) de la República Checa 1. Las nuevas políticas de Estados Unidos L a decisión de los gobiernos de Cuba y EE. UU. de restablecer relaciones diplomáticas imprimió nuevo dinamismo al debate sobre la situación en la Isla. Aquí chocan dos escuelas de pensamiento. El argumento de los partidarios de la nueva política de EE. UU. hacia Cuba es claro y sencillo: la política de aislamiento del gobierno estadounidense en el pasado no ha producido ningún resultado positivo, así que vamos a intentar otra cosa. Los oponentes creen tener ahora fuerte evidencia empírica que apoya su punto de vista: la nueva política cumplió ya un año y en realidad nada ha cambiado en Cuba. Se han dado generosamente una serie de concesiones sin obtener nada a cambio. Independientemente de qué tan fuerte sea la voluntad de poder y cuán intensos los instintos de supervivencia del régimen totalitario de Cuba, hay un número creciente de nuevos elementos que caracterizan la actual situación cubana que, por su propia naturaleza, no pueden estar bajo control. A pesar de todos los esfuerzos de los actuales titulares del poder para preservar el statu quo, la realidad cubana de hoy es diferente a la de ayer y está cambiando de manera irreversible cada vez con mayor velocidad. Yoani Sánchez afirmó: "Cuba se cambia", y nadie puede frenar esta tendencia. Así, Washington debe apartarse de su política tradicional hacia Cuba porque simplemente ninguna sociedad puede continuar siendo la misma siempre. La participación constructiva de La Habana en el restablecimiento de relaciones diplomáticas y su gradual y renovada cooperación económica debe percibirse sólo como el principio de una serie de pasos absolutamente necesarios hacia el logro del objetivo final de la Casa Blanca. Su nueva política hacia Cuba no es, desde luego, tan solo para servir al "interés nacional" de EE. UU., sino también para mejorar —de conformidad con los valores fundamentales del credo de libertad estadounidense— la situación del pueblo cubano. Sin embargo, el gobierno de Raúl Castro sigue utilizando sus métodos tradicionales de control y manipulación, con pleno apoyo de las visiones ideológicas originales de Fidel Castro y adhesión al programa "revolucionario". De hecho la situación ha empeorado desde que se anunció el "deshielo" entre Cuba y EE. UU. El nivel de la represión a diario contra los miembros del despertar de la sociedad civil cubana se ha incrementado. Raúl Castro puede estar adelantando algunas reformas racionales con el fin de enfrentar los problemas básicos de la pobla- 69