IDENTIDADES 1 ESPAÑOL IDENTIDADES 8 ESPAÑOL | Page 133

Acerca de la identidad espiritual Ivonne C Lascaiba Hernández La Habana, Cuba L a falta de identidad provoca que hoy las cosas estén bien y mañana mal. Así te vuelves inestable e inseguro. Tenerla es saber quién eres, cuáles son tus valores, hacia dónde quieres ir y entender cuál es el propósito por el cual fuiste creado y cuál la visión que Dios sembró dentro de ti. Esa identidad va más allá de tu lengua, raza o nación, porque proviene de Dios y más tarde se manifestará en tu forma de actuar. Cuando una persona está convencida de esto, se siente con gozo y lo exterioriza, pues lo lleva en su corazón, pero el adversario y la carnalidad no quieren que se evidencie para que continúes en la misma condición: preso, cautivo y esclavo. Para librar la batalla debes luchar primero contra principados y potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo y contra huestes espirituales de maldad que roban toda verdad y mantienen el engaño y la mentira. Cuando no se tiene claro lo que realmente vales como persona, entonces vas en busca de cosas que al final no te satisfacen, porque quizás tienes una autoestima muy baja y empiezas a identificarte e incluso a llamarte por el problema. Por ejemplo, soy la persona más desdichada o más inútil, o bien el país más pobre, con hambre y enfermedad. O por mi color de piel soy desechado, discriminado. Esto va creando en tu espíritu una fuerza y tu decir incorrecto determinará tu futuro. Hay países que carecen de identidad y se encuentran extremadamente pobres y totalmente en crisis por no seguir el diseño divino de Dios; otros viven con buen desarrollo económico y enormes beneficios, pero también carecen de identidad. Ni el status de vida ni la raza dan identidad. Hoy el mundo te valora por lo que tienes y no por lo que eres, pero ningún hijo de Dios es un fracasado. Siempre tendrás la victoria, serás cabeza y no cola, estarás por encima y nunca por debajo, porque tu fe vencerá el mundo. No existe arma forjada que prospere contra ti ni lengua que te condene. Él nunca te abandonará y aunque pases por valle de sombra de muerte siempre estará contigo; su vara y su cayado te infundirán aliento y el bien y su misericordia te acompañaran todos los días de tu vida. Hay una buena noticia: no eres un accidente, fuiste creado por Dios, que te cuidó antes de que nacieras. Tu nacimiento no fue un error ni infortunio, ni tu vida es una casualidad de la naturaleza. Tus padres no te planificaron: lo hizo Dios mucho antes de que fueras concebido. Fuiste diseñado en la mente de Dios, quien pensó en ti primero. No fue por causa del destino, la casualidad o la suerte; Dios diseñó cada característica de tu cuerpo, eligió tu raza a propósito, el color de tu piel, tu cabello, tu cuerpo hasta la medida que quiso y también dispuso todos los talentos naturales que posees, la singularidad de tu personalidad. Dios te conoce por dentro y por fuera, cada hueso de tu cuerpo; planificó tú lugar de nacimiento y donde vivirías. Tu raza y nacionalidad no son accidentales ni importa si tus padres fueran buenos o malos, blancos, negros o mestizos. 133