IDENTIDADES 1 ESPAÑOL Febrero 2017 | Page 79

A las tres y pico de la madrugada vimos el rutero 114 . El chofer tuvo la gentileza de parar . Abordamos mientras decíamos que el ultimo en subir pagaba . ¿ Quién pensaría que esta expresión iba a causar tanto impacto al señor del volante , a su compañero con riñonera dividida entre pesetas ( veinte centavos ) y pesos ( de a uno ), así como al policía designado esa noche para mantener el orden público en el ómnibus ? Mi hermano sacó de su bolsillo tres pesos cubanos convertibles ( CUC ). Esto molestó y ahí empezó el dime que te diré . Uno del grupo pagó con cinco pesos ( CUP ) y nos piden otro , pero si el pasaje es 40 centavos , ¿ por qué otro ? Sobrevino otra discusión y nunca se me olvidarán las palabras del policía Bandera : “ Jabao , te voy a meter lo que te voy a meter . Estate tranquilito ”. El cobrador da el vuelto , pero nos exige bajarnos en la próxima parada . Es plena madrugada y de Aldabó al Reparto Martí hay un buen trecho . Ante la negativa nuestra , el chofer agarra un tubo y el cobrador un machete . El policía se da cuenta de que su uniforme no frenaría nuestras ganas de hacer justicia y corre hacia la parte trasera del ómnibus , sin dar tiempo a que le tocaran ni tan siquiera un pelo . Miro hacia delante y veo a mi hermano aguantando con su boca los dedos del chofer para que suelte el tubo y a uno de mis amigos amagando con una botella para alejar al hombre del machete . Ya estaba encima nuestro el avispero . “ Tres por cabeza ”. No bastaron los golpes . Nos rociaron con spray en los ojos y fuimos esposados . Nos tiraron en la calle y nos patearon hasta que una voz dijo : “ Ya es suficiente ”. Era más que suficiente ; apenas podía ver con mi ojo izquierdo , aunque aquello era mejor ni verlo . Mi hermano debió pagar al chofer una suma extremadamente ridícula de unos pocos centavos al mes por la lesión leve al morderle un dedo . Al escuchar esto , el chofer se echó a reír y enseguida se molestó . Alegó que había averiguado quiénes éramos : excelentes estudiantes y trabajadores de buena conducta social , sin antecedentes penales . No llevábamos armas blancas ; en cambio , él y el cobrador sí , para protegerse de la violencia que hay en la calle . Declaró incluso que había sido castigo suficiente la prisión provisional por tres meses en la penitenciaría de Valle Grande . Algo parecido dijo el cobrador al llegar su turno . Sin embargo , la jueza presidenta de la sala hizo oídos sordos y sermoneó de manera amenazante con mecánicas palabras para asegurar el objetivo trazado . Las condenas fueron de cinco años para mi hermano , tres para mí y dos para nuestro compañero . Por el canal CHTV rodaron parte del juicio al día siguiente de la sentencia , todo con su manipulación característica . Los ruteros Yutong estaban listos para salir a prestar su mal servicio a la población y el mensaje era más que claro : el juicio era ejemplarizante . Nos enteramos de la transmisión por un recluso de otro destacamento penitenciario que nos reconoció . En la compañía tres , donde convivimos a la espera de la sanción , se veía el fútbol . Sin ocultar su asombro por la repercusión que sin ton ni son se dio al caso , aquel recluso fue de los primeros en solidarizarse con nosotros .
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