IDENTIDADES 1 ESPAÑOL Febrero 2017 | Page 43

Alba Moreira , por ejemplo , tiene 94 años y lucha por su derecho a la vida , pero el gobierno le dio la espalda al negarle el servicio de ambulancia hasta el hospital central , a pesar de que padece de reuma bien avanzado e incontables enfermedades que le impiden seguir caminando . Sus hijos y vecinos se dispusieron a llevarla en el primer medio de trasporte que tuvieron a mano , ya que la respuesta del hospital fue que no tenían combustible y la otra ambulancia estaba rota . Así que partieron y recorrieron más de 2 km pasito a pasito para dar ejemplo de esfuerzo y ayuda al necesitado . Eso sí que es una operación milagro barrio adentro . No me explico por qué los médicos de los hospitales recetan medicamentos que no están a la venta en las farmacias , pero las enfermeras u otras personas se encargan de venderlos por la calle a precios más altos y a sabiendas de que salen del mismo lugar adonde el médico mandó a buscarlos . Tampoco entiende que determinado paciente tenga prevista consulta con cualquier especialista y este no pueda atenderlo porque se fue de misión médica a Venezuela . ¿ A quién pondrán de remplazo ? No se sabe . No hay a quién poner porque la revolución necesita que sus médicos presten servicio afuera y hay que estar donde las autoridades digan y no dónde hace falta . Para una operación quirúrgica o una simple consulta deben llevarse al especialista regalos de altos precios , gozar de elevado estatus social o simplemente tener apego fraternal con el especialista o médico de guardia . De lo contrario , como sucede con muchos , hay que resignarse al turno por una lista de espera tan larga que algunos nombres caducan al sobrevenir la muerte por el padecimiento requerido de atención . Estos incidentes derivan del concepto de revolución definido por Fidel Castro hacia 2000 : cambiar lo que debe de ser cambiado . Solo que están cambiando vidas humanas y respeto a los derechos humanos por corrupción de las autoridades . Hasta el combustible asignado para servicios a la población se venden en el mercado negro para engrosar los fondos particulares sin importar cuánto se afecta el pueblo . Es hora de decir basta , de cambiar lo que sí debe de ser cambiado : este sistema por otro que respete los derechos del pueblo marginado y traicionado . Es hora de poner manos a la obra para continuar la lucha por el bienestar de todos y castigar la corrupción como se debe .
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