IDENTIDADES 1 ESPAÑOL Febrero 2017 | Page 128

Los alzados tomaron prisioneros a varios oficiales y reclamaron el pago adeudado , además de retornar a sus hogares en Chile y Buenos Aires . El gobierno local no pudo satisfacer estas demandas y los amotinados enarbolaron el pabellón realista . Uno de los jefes de la rebelión fue el sargento Dámaso Moyano , del Batallón 11 , un mulato de Mendoza que había cruzado la cordillera junto a Falucho y otros . El cabo segundo Antonio Ruiz proclamó traidores a los insumisos , quienes respondieron : “ Revolucionario ”. Falucho replicó : “ Malo es ser revolucionario , pero peor es ser traidor ”. Por ese acto de rebeldía fue fusilado . Antes de morir gritó : “¡ Viva Buenos Aires !” y Mitre juzgó este acto como sacrificio patriótico ( De Estrada : 1979 , 114-115 ; Mitre : 1950 ( 2 ), 451 ). En noviembre de 1826 retornaron a Buenos Aires los últimos efectivos del Ejército de los Andes . El verdugo de Falucho y otros dos sargentos fueron ejecutados por traición . Un testigo afirmó : “ La justicia ha castigado al traidor , y la historia ha legado a la posteridad el nombre del granadero ” ( De Estrada : 1979 , 121 ).
Conclusión El aporte de los afrodescendientes a la lucha por la independencia no puede desestimarse . La información anterior cuestiona la presunta falta de aportes negros a la historia argentina , pero la huella y presencia afro no es exclusiva de Argentina , que se jacta de ser nación blanca y europea . Resulta incluso más marcada en Brasil y Colombia , que adolecen igualmente de prejuicios raciales . Y en la nación de Simón Bolívar , Libertador del Norte , unos 4 millones de Afro-Venezolanos constituyen el 15 % de la población y , como en buena parte de América , componen el grupo social que más padece la discriminación , la marginación , la pobreza y la exclusión en las jerarquías sociales .
La presencia negra en América Latina y el Caribe , así como sus múltiples aportes , no pueden pasar inadvertidos en la historia regional . Se explica ( pero se olvida muy a menudo ) que América es la conjunción de tres raíces : amerindia , europea y africana . Un genio de las letras , el escritor argentino Jorge Luis Borges , reconoció el mérito de los afrodescendientes : “ Los negros de las guerras de la Independencia , eran mucho mejores soldados que los blancos ” ( De Estrada : 1979 , 86 ). Sin embargo , no fueron debidamente reconocidos , a pesar de su mayor esfuerzo bélico , muchos en el flanco más vulnerable de la infantería . Aunque muchos mandaron compañías , fueron casos excepcionales quienes , como Barcala , alcanzaron alta graduación . En la década de 1850 , por ejemplo , comandaron tropas los coroneles José María Morales y Domingo Sosa ( Lanuza : 1967 , 167 ). Los esclavizados muchas veces ganaron su libertad por servir al ejército , como las dos terceras partes de los esclavos en Mendoza durante los preparativos del cruce de los Andes , siempre con fuerte resistencia de los amos ( Mitre : 1950 , 292 ). Entre 1810 y 1860 no hubo un solo batallón en suelo argentino sin soldados afros . En Buenos Aires , al menos once Afro-Argentinos alcanzaron grados de coronel o teniente coronel , pero se les negó el grado mayor de general . La historia argentina hizo más hincapié en la ausencia y / o la denostación . Se hizo célebre la impresión de Belgrano sobre los afrodescendientes , quien escribió a San Martín : “ Los negros y los mulatos son una canalla que tienen tanto de cobarde como de sanguinaria (…) Solo me consuela saber que vienen oficiales blancos ” ( Picotti : 1998 , 97- 98 ). Sin embargo , el sargento afrodescendiente Juan Bautista Cabral le salvó la vida a San Martín en la batalla de San Lorenzo ( 1813 ). Sin aquel sargento Mitre no pudiera haber
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