IDENTIDADES 1 ESPAÑOL Febrero 2017 | Page 107

Tantos años de fidelidad incondicional tiene alto precio . Hace poco el Consejo de Estado determinó , con carácter excepcional , denominar Alicia Alonso al Gran Teatro de La Habana . Según la nota informativa , esta designación obedece al reconocimiento de la trayectoria artística de la fundadora del Ballet Nacional de Cuba ( BNC ). Para los gobernantes cubanos , el reconocimiento a la obra o el talento pasa por la alineación y fidelidad política . Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo tomó el apellido Alonso de su ex esposo Fernando y su cuñado Alberto , ya fallecidos , excepcionales bailarines , maestros y co-fundadores de la compañía y Escuela Nacional de Ballet ( ENB ). Se convirtió desde su regreso a Cuba ( 1959 ) en la omnipotente e infalible dueña hegemónica de un feudo revolucionario trascendente en el tiempo . Al igual que el Comandante Bernabé Ordaz en el Hospital Psiquiátrico de La Habana , Aidee Santamaría en la Casa de las Américas , Rodrigo Álvarez Cambras en el Hospital Ortopédico Frank País , Alfredo Guevara en el Instituto Estatal de Cine ( ICAIC ) y — en algún momento — Eusebio Leal en el Centro Histórico de La Habana , Alicia Alonso convirtió al ballet , siempre con anuencia del poder , en su parcela personal . Los diseños artísticos y administrativos e incluso el destino de las personas quedan definidos por sus criterios e intereses personales . El alto liderazgo ha enfocado el culto a la personalidad de manera más sutil y subliminal . Nada de monumentos o nombres de instituciones . Solo el estadio de béisbol de Jatibonico , en el centro del país y por aclamación de sus vecinos , llevó el nombre de alguien en vida : Genaro Melero , humilde y consagrado pelotero de la primera mitad del siglo pasado . Podría pensarse que esta decisión sin precedentes del Consejo de Estado para honrar en vida a quien es indiscutible ícono de la danza en el pasado siglo , obedece a la trayectoria de quien demostró desde muy joven dotes excepcionales para el ballet clásico , enfrentó la adversidad de la pérdida paulatina de la visión sin bajar nunca de los escenarios y ha sostenido a la compañía cubana de ballet por varias décadas en dos siglos diferentes . Alicia Alonso es reconocida como uno de los más grandes exponentes de la danza clásica en el siglo XX . Sin embargo , en los años sesenta se alió al poder y en los setenta dejó realmente de bailar a su reconocido nivel , aunque lamentablemente su desenfrenado egocentrismo impidió que bajara de los escenarios hasta entrados los noventa . Con el monopolio garantizado por el respaldo oficial creó la ENB , donde se desarrollaron talentos que llegaron a ser figuras mundialmente reconocidas como integrantes de una de las más prestigiosas compañías del planeta . Sin embargo , lejos de desarrollar una compañía dinámica conectada con las claves de la modernidad , Alicia Alonso convirtió al BNC en una entidad anquilosada y conservadora , que se aleja totalmente de la esencia conceptual universalmente admitida del ballet nacional porque nada tiene que ver con las tradiciones y acervos culturales de la nación . Por lo poco de nacional y de cubano , la compañía bien podría ser más bien reconocida como el Ballet Ruso de La Habana . La auto titulada Prima Ballerina Assoluta ha matizado su hegemonismo con el nepotismo y el racismo que caracterizan al enclave cultural secuestrado por varias décadas . Durante años su hija y su actual esposo acapararon poderes e influencias en los entornos del ballet y la danza . Muchos bailarines afrodescendientes sufrieron los desmanes de esta autócrata cultural : desde el gran Jorge Lefevre ( Ballet del Siglo XX y Ballet Royal de Vallonie ) pasando por Caridad Martínez
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