IDE Online Magazine Septiembre 2016 | Page 107

TOMRA participa en la instalación de una avanzada planta de clasificación de RSU en Hungría

Un nuevo sistema formado por 10 unidades de AUTOSORT y un X-TRACT permiten a la planta de Békéscsaba procesar 120.000 toneladas al año de RSU. Los núcleos de población del Sudeste de Hungría que antes enviaban todos sus residuos sólidos urbanos (RSU) al vertedero, ahora disponen de una moderna planta de reciclaje cerca de Békéscsaba con capacidad para procesar 120.000 toneladas anuales de RSU.

La planta, que es una de las más avanzadas de su tipo en Europa Central gracias a que cuenta con la tecnología de clasificación basada en sensores de TOMRA, fue encargada por el consorcio DAREG-Ép y ha supuesto una inversión de 15 millones de euros por parte de la UE.

La planta se ha construido para ayudar a Hungría a cumplir los objetivos de reciclaje fijados por la UE, que exige que de aquí a 2020 sus miembros reciclen el 50 % de los residuos domésticos y similares. La planta se terminó en verano de 2015, operó durante un período de seis meses con éxito y pronto será operada por un nuevo adjudicatario.

Está diseñada para atender a 86 núcleos formados por unos 150.000 hogares y está ubicada cerca de Békéscsaba, en terrenos pertenecientes a la Asociación Municipal encargada del sistema de gestión de residuos del Sudeste de la Gran Llanura Húngara, que gestiona la enorme inversión medioambiental en Hungría.

La nueva planta de tratamiento de RSU cuenta con diez AUTOSORT, que identifican y clasifican materiales valiosos, como polímeros, como el HDPE, LDPE, PP y PET transparente y de color y film de PE, además de mezcla de papel y briks. También se utilizan equipos ópticos de clasificación de TOMRA Sorting para limpiar de plásticos la fracción orgánica para la producción de combustible sólido recuperado (CSR) de alta calidad.

Durante el proceso de tratamiento de los residuos, la mayor parte de la fracción fina, incluyendo la fracción orgánica, se separa del flujo general. Seguidamente, se limpia de inertes la fracción orgánica, separando los elementos no orgánicos, como metales, plásticos, vidrio y otros materiales. Después, la materia orgánica es estabilizada biológicamente, reduciéndose así el volumen de residuos enviados al vertedero.

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