IDE Online Magazine Mayo 2016 | Page 103

De este modo los embalajes se vacían en un 98 %, y una vez comprimidos se conducen al proceso de reciclaje. Por el otro lado, mediante un sistema de filtración integrado se limpia el líquido alimenticio extraído de pequeños trozos de plástico y etiquetas, y se conduce a un recipiente de recogida situado en el exterior de la máquina. Los recipientes metálicos están subdivididos por paredes que filtran las partículas no deseadas, de modo que solo se envía a la siguiente estación el líquido sin partículas, que más adelante se convertirá en biogás. Posteriormente, los residuos filtrados se transforman en abono químico.

El camino hacia el biogás

Y así es como empieza el proceso de producción. Los líquidos alimenticios extraídos y limpiados en la “nave de desenvasado” se dirigen ahora a la verdadera producción de biogás. La biomasa separada se calienta a 70 ºC mediante un intercambiador de calor en espiral para liberarla de potenciales agentes patógenos A continuación, la materia orgánica se descompone en el fermentador principal a una temperatura de 42 ºC. Y, después, el biogás producido se fermenta en el acumulador de gas. Otro de los pasos importantes en este momento es la desulfuración y la deshumidifi cación. Por último, el biogás pasa por un último proceso de limpieza, el fi ltro de carbón activo. Ahora ya pueden utilizarse la energía y el calor generados.

La energía eléctrica producida se envía por completo a la red pública de suministro eléctrico, y la energía térmica se suministra a la planta química de Bad Köstritz. Los residuos líquidos y sólidos de la fermentación pueden utilizarse como abono en la agricultura.

Aprovechamiento de la materia prima

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