En este sentido pensamos que diseñar una buena experiencia de compra es clave.
Según el informe de tendencias para 2016 de Ericsson, las empresas se han percatado del impacto que las opiniones de los consumidores tienen en Internet. De hecho señala que el 34% de las personas con smartphones que han tenido una mala experiencia con una empresa debido a un incorrecto producto o servicio comparte su experiencia si no todas, la mayoría de veces.
PRODUCTO: calidad y diferenciación
La innovación de producto se dirige a la satisfacción de las expectativas de los consumidores.
Se observa, por otra parte, la tendencia a la personalización de producto. Ofrecer al consumidor aquello que quiere y elaborado para él.
Mejora de PROCESOS, eficiencia energética.
Como hemos indicado en artículos anteriores, nos encontramos a las puertas de la nueva revolución industrial, denominada industria 4.0, que provocará necesariamente una reestructuración de procesos. En este sentido, consideramos que la competitividad vendrá por la eficiencia de procesos enfocada desde la perspectiva energética o eficiencia energética.
Según la hoja de ruta de SPIRE, los procesos de producción tradicionales todavía tienen que mejorar de forma radical en términos de sostenibilidad (personas, planeta y beneficio). Aunque no existe una vía única para realizar esto, se pueden realizar diversos acercamientos como la utilización de materias primas para la producción de productos finales.
Muchas empresas han optado por la automatización de procesos de forma que controlan online la productividad y los factores que determinan el consumo energético. Otras han invertido en sistemas que permiten la recuperación de calor o aprovechar el aire frío del exterior para sus sistemas de enfriamiento. En cuanto a iluminación, se declinan por el uso de sistemas de iluminación LED.
El ENVASE: funcionalidad, personalización y seguridad alimentaria
Desde el punto de vista del consumidor, según el informe de tendencias globales en envase de Mintel hay un paralelismo entre las marcas y los consumidores, haciendo referencia a la personalización. Las seis tendencias que ha identificado en este sentido son:
En cuanto a los materiales de envasado y la tipología del envase, según el informe publicado por EOI sobre tendencias en la tecnología de envasado activo, a diferencia del objetivo tradicional del envasado, orientado a ser una barrera pasiva entre el alimento y el medio, el envasado activo es un concepto innovador, que busca mejorar la conservación de los alimentos alargando la vida útil o mejorando las propiedades sensoriales y, por supuesto, manteniendo la calidad del producto. El envasado activo supone un gran avance en la conservación de los alimentos, y por sus numerosas ventajas (capaces de prolongar la vida útil, reducir las pérdidas organolépticas y nutricionales, aumentar la calidad y reducir el desperdicio de alimentos) gozará de una gran expansión en los próximos años.
En este sentido observamos una ventaja competitiva, sobre todo con relación a la internacionalización donde se abren oportunidades para poner en manos de consumidores “lejanos” productos con alto carácter perecedero.