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- 9 - Asi que te das el baño, te pones ropa limpia y empleas el resto de la tarde jugando con tu tren eléctrico. A la hora de cenar, mama te dice: “Hijo, esta noche vamos a comer fuera. Ponte los pantalones y la camisa nueva que te deje sobre la cama”. ¿Tienes que volverte a bañar? ¡Por supuesto que no! sin duda, te tienes que lavar las manos, pero eso es todo. Eso es lo mismo que pasa con el bautismo y el lavamiento de los pies. Antes de bautizarnos estamos tan sucios con el pecado que el lavamiento de los pies no va a hacernos completamente limpios, como para ponernos el manto de justicia de cristo. Necesitamos lavarnos por completo. Esto sucede cuando nos bautizamos. Después de eso, seria magnifico que no pecáramos de nuevo. Entonces no necesitaríamos el servicio de lavamiento de los pies. Pero pecamos, ¿no es cierto? y estos pecados deben ser lavados antes de estar listos para recibir las nuevas y ricas bendiciones que Dios desea darnos. Esos pecaditos son lavados cuando son lavados nuestros pies. Por eso si estas bautizado, no dejes nunca de participar en el servicio del lavamiento de los pies. Y si no te has bautizado todavía, ¿porque no te decides a hacerlo? La Biblia nos dice que todos nosotros nacimos siendo malos. “Por cuanto, todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). “No hay justo, ni aun uno” (versículo 10). Por eso es por lo que nosotros mismos no podemos convertirnos en buenos. Adán y Eva fueron creados perfectos al principio. Pero pecaron. Y porque pecaron, todos hemos nacido pecadores. Gallinas, malos. Conozco personas que tratan de ser buenas cambiando su alimentación, dejan de comer lo que la mayoría de las personas comen y solo comen vegetales y comidas saludables. Algunos padres venden sus casas y se mudan cerca de una iglesia adventista, y una escuela adventista grande, para que sus hijos estén rodeados por adventistas durante todo el día. Algunos muchachos que conozco cuidan mucho su manera de hablar. Tratan con todas sus fuerzas de no decir nuca malas palabras. Algunas muchachas cuidan su forma de vestir. Dejan de usar joyas y no usan ningún maquillaje. Pero tarde o temprano todos ellos descubren que no son en realidad mejores de lo que eran antes. Quizás tú has hecho recientemente ese mismo descubrimiento. Tú no puedes ser mejor sencillamente haciendo casas buenas o comiendo cosas saludables o viviendo en buenos lugares. Tú no puedes convertirte en águila pegándote plumas de águila por fuera. [email protected]; [email protected]