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- 41 - —Por qué no? Tú crees que yo estoy interesada en lo que pasa en la escuela. ¿Por qué piensas que Dios no está interesado? Habla con El de tus amigos, de las tareas de la escuela, de los problemas que no puedes resolver, de las dudas que no puedas solucionar, de las fechas que no puedas recordar. Y habla con él de las cosas que te gustan, los paseos al campo, juegos. —Quieres decir, algo así como el jonrón que di? Una lucecita empezó a brillar en los ojos de Daniel. Pero mamá, si oro así, bueno, la oración será mucho más interesante de lo que resulta ahora. —Por supuesto, lo será —dijo la mamá. —Bueno, me gusta la idea —Daniel estaba bastante entusiasmado—. Realmente, es bastante tonto decir siempre lo mismo. Gracias, mamá. Voy a pensar en eso. Y ahora, ¿te puedo contar de mi jonrón? La mamá se sentó cómodamente en su sillón favorito. —Por supuesto, Daniel, ahora tengo tiempo. “Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo” (El Camino a Cristo, pág. 92). Así que puedes hablar a Jesús como si fuera tu mejor amigo. Especialmente por la mañana, antes de salir para la escuela, preséntale los planes que tienes para el día. Pregúntale cuáles son los planes de El para ti. Y si hay algo que te gustaría mucho, también se lo puedes decir. El ha prometido escuchar y responder tus oraciones. Pero recuerda que aunque Jesús sea tu amigo, sigue siendo Dios. El no persigue a los perros. ¿ Persigue Dios a los perros ? El perro de Panchito se perdió y él oró a Dios para que lo ayudara a encontrarlo. A la mañana siguiente el perro volvió a la casa. Panchito pensó: “Ahora estoy seguro que Dios me ama”. El periquito de Ramón se perdió. El también oró, pero el pajarito nunca regresó. El pensó: “Me imagino que Dios no se preocupa por mí. Mejor me olvido de todo lo que tenga que ver con Dios”. Pepe perdió su mejor pelota. El pidió a Dios que lo ayudara a encontrarla, pero aun sigue perdida, a pesar de las oraciones de Pepe. Alguien le preguntó a Pepe si él seguía creyendo que Dios lo amaba. El dijo: “Estoy seguro que me ama. Yo no puedo dejar de creer en Dios sólo porque no puedo encontrar mi pelota”. Hay dos cosas que debieras saber en cuanto a la oración (1UC a veces ni LOS adultos entienden. Lo primero es que no debes esperar que Dios te conceda todo lo que le pides. Tus padres no te dan todo lo que les pides, pero tú sigues creyendo que ellos te aman, porque reconoces todas las cosas buenas que ellos hacen, por ti. De la misma manera puedes creer 9UC Dios te [email protected]; [email protected]