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OBSERVAR LA DEVOCION MATUTINA
Tony el tonto
Jesús era muy cuidadoso en la formación de su carácter. Si leíste esos
dos capítulos en “El Deseado de Todas las Gentes que te recomendé en
el capitulo anterior, ya sabes lo que Jesús hacia cada vez que tenia la
oportunidad.
“Siempre que pudiera, se apartaba del escenario de su trabajo para ir a
los campos a meditar en los verdes valles, para estar en comunión con
Dios en la ladera de la montaña, o entre los árboles del bosque. La
madrugada lo encontraba con frecuencia en algún lugar aislado
meditando, escudriñando las escrituras u orando. De estas oras de
quietud, volvía a su casa para reanudar sus deberes y para dar un
ejemplo de trabajo paciente” (El Deseado de Todas las Gentes, Pág. 69)
Jesús observaba la devoción matutina. Por eso los Conquistadores lo
hacen también, orando por unos minutos y leyendo algo de la Biblia
todas las mañanas. Pero, ¿Que dices cuando oras? ¿Te pareces a Tony,
el Tonto?
La mama estaba hablando por teléfono cuando Daniel llego de la
escuela y tuvo que esperar hasta que ella terminara para contarle en
cuanto al Jonson que había pegado. “Mama”, empezó en el momento en
que ella colgó el teléfono. “Pegue un…”
Mama no escuchaba. “Hijito, hay algo de lo que quiero hablarte ahora
mismo”.
Daniel se callo. Cuando mama se ponía axial, lo mejor era escucharla.
-- Esta bien, mama – dijo --, dime que es lo que hice de malo.
La mama se sentó.
-- La que me hablaba era Ana Hernández, Daniel. Me llamo por teléfono
para decirme que su hijo Tony había llegado llorando de la escuela
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