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Todo el mundo piensa que el apóstol pablo era un gran hombre. Por
supuesto, era de esperarse que tuviera un blanco alto. ¡ Por cierto
que lo tenia!
Cuando el escribió a los miembros de la iglesia de Filipos, les
dijo cual era su blanco. “Prosigo a la meta, al premio del supremo
llamamiento de Dios en cristo Jesús” (Filipenses 3 : 14 ). Pablo no
tenia muchos blancos diferentes. Tenia uno solo. El dijo: “Esto hago”.
Pablo siempre fue fiel a su blanco.
Pocos días antes de que le cortaran la cabeza escribió una carta desde
su oscuro calabozo a su amigo Timoteo: “He peleado la buena batalla,
he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me esta
guardada la corona de la justicia, la cual me dará el señor, juez justo,
en aquel día y no solo a mi, sino tambien a todos los que aman su
venida (2 Timoteo 4: 7, 8 ).
Jesús tiene para ti una corona de justicia que espera darte cuando
alcances tu blanco. Ponte un blanco alto – deja que Jesús lo ponga por
ti – y por la gracia de Dios, lo vas a alcanzar.
Este viejo mundo necesita muchachos y niñas que sean leales, no
importa lo que pase. Elena White escribió lo siguiente:
“ La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni
se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo mas intimo de
sus almas, hombres que no teman dar al pecado el nombre que le
corresponda hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la
brújula al polo , hombres que se mantengan de parte de la justicia
aunque se desplomen los cielos” ( La Educación , pag. 54 ).
Fiel hasta la muerte.
La tormenta de nieve llego tan rápidamente que el pastor no tuvo
tiempo de reunir a todas sus ovejas en el redil antes que muchas de
ellas fueran cubiertas por la nieve.
“Mota”, su perra ovejera, estuvo toda la tarde corriendo por
la
montaña, buscando las ovejas enterradas bajo la nieve, sacándolas y
llevándolas al redil .
La noche llego ante s que pudiera rescatar a la última. Luego, helada,
mojada y agotada, la perra se dejo en la esquina del redil y sus diez
cachorritos se le echaron encima a mamar.
El pastor conto las ovejas cuidadosamente. ¿Que era eso? ¡Faltaba un
cordero! Debiera estar
por allí, bajo la tormenta, temblando
y
muriéndose de frio .
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