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- 16 - En seguida alguien llego corriendo donde yo estaba, porque yo era el director de los Conquistadores. “Se salio una rueda del patín de margarita” me dijo Yo vi. Lo que sucedía y le pedí a Margarita que sujetara la rueda mientras yo iba a buscar la tuerca que se suponía sostenía a la rueda en su puesto. Yo había puesto muchas ruedas anteriormente y estaba seguro que no me demoraría mucho en hacerlo esta vez. Pero en seguida me di cuenta que esa rueda estaba en peores condiciones de las otras que yo había arreglado. “Esperen un minuto”, dije a las muchachitas “voy a al encargado que nos ayude”. El encargado estaba tan seguro como yo de que el podría arreglar la ruedita, pero cinc minutos mas tarde, movió la cabeza, “No sirve”, dijo, “y yo no tengo la herramienta necesaria. ¡Pobre Margarita! Se puso tan triste que yo decidí intentar arreglar la rueda de nuevo. Yo la quitaba y la ponía, luego la volvía a quitar y la volvía a poner. Pero no había remedio. La rueda no se podía arreglar. --- Lo siento --- le dije a Margarita. --- Ya no puedo hacer nada más. ¿Porque no le pides al encargado que te otro par de patines? [email protected]; [email protected]