Historias de vida ZIKA Soledad | Page 4

estudiante, amante de las matemá�cas que veía como un medio para construir un futuro mejor, también admite que tenía alma de Abogada: “Me gustaba mucho las leyes, yo era de las que me paraba a defender a la gente, así la gente estuviera mal yo la defendía”. AL CUMPLIR QUINCE AÑOS SU MADRE QUISO CELEBRARLO, idea que Ana no compar�a ya que era consciente de las limitaciones de recursos, además del dolor que le significaba que su padre no estuviera en este importante evento de su vida: “No mamá no hay plata, mejor nos comemos algo nosotras…, crecí sin mi papá yo le decía, imagínate voy a cumplir quince años…, el sueño de toda niña es bailar con su papá el vals y el mío no va a estar…, no va a ser fácil para mí”. Pese a su insistencia, la madre y la familia que la empleaba decidieron hacerle una fiesta. Ana se llevaba muy bien con el empleador de su mamá, a quien veía como el padre que nunca tuvo, él se ofreció a ser su compañero de baile: “Él me llamó y me dijo…, mi regalo va a ser bailar con�go, yo quiero que tú tengas tu fiesta…, yo la quiero mucho desde que ustedes llegaron a mi casa…, desde que nosotros llegamos a esa casa yo tenía dos años y medio …, ese señor nos cogió desde pequeñas y él velaba por nosotras…, yo le decía, don Jorge, no es lo mismo, yo a usted lo respeto, pero no es lo mismo, él me decía…, vamos a hacer…, un día inolvidable para �…, y yo acepté”. Efec�vamente resultó ser un día inolvidable, a pesar de transcurrir la celebración muy emo�va, no finalizó de la forma más agradable, aún Ana siente mucho dolor al recordar estos hechos… los cuales la llevaron a una profunda tristeza que repercu�ó en cambios de ánimo reflejados tanto en el ámbito familiar como escolar. Sobrellevando la situación, una vez se gradúa del colegio, intentó ingresar a la Policía, buscó a un hermano de su padre, para que le transmi�era su intención y la necesidad que le brindara apoyo económico, pe�ción a la que aparentemente asin�ó e inició el proceso: “Me hicieron unos exámenes, empezaron a inves�gar por donde yo vivía, cómo era yo, quién era yo…, la entrevista no la pasé, esa fue otra frustración, yo decía nada se me ha dado, yo estoy des�nada a sufrir…, no en�endo, mi papá se va, me violaron, pasé trabajos de chiquita, crecí en el mismo trabajo, mi mamá como muchacha de servicio para darnos de comer, las humillaciones, el bullying, ya estoy grande, es hora que me pase algo bueno, qué más nos �ene que pasar, me sen� fracasada”. Su decepción, no le impidió pensar en su hermana, cuyo sueño era estudiar medicina y decidió buscar los medios para ayudarla a hacerlos realidad: “Le dije a mi mamá vamos a apoyarla, que si por el lado mío no se dio, de pronto por el de ella sí”; su hermana consiguió una beca para irse a estudiar a Cuba, pero fue rechazada por ser menor de edad, siguieron buscando, recurrieron a préstamos y empezó a estudiar, mientras ella seguía trabajando en la misma casa de familia, para proveerle los pasajes y recursos a su hermana, hasta un día que decidió revelarse contra su realidad y le dijo a su madre: “ESTO NO ES VIDA…