Hierro y Acero Edicion 22 | Page 10

acería favorece las condiciones de estabilidad de las inclusiones que contienen MnO. Por otro lado, los contenidos bajos de MgO en las inclusiones al final del tratamiento sugieren que el grado de desoxidación del metal líquido no es suficientemente alto para provocar que Mg entre en solución en el metal líquido proveniente de la disolución del MgO en la escoria, cuyo contenido en la escoria al final del tratamiento estuvo comprendido entre 6-10 %. Así, la práctica utilizada para la fabricación de este tipo de acero se puede considerar adecuada considerando la química y morfología de las inclusiones al final del tratamiento. La modificación adecuada de las inclusiones se confirma en la Fig. 5, la cual muestra la distribución de elementos presentes en una inclusión obtenida de una muestra del distribuidor. En esta figura se observa que el Ca y Al se distribuyen en toda la inclusión, evidenciando la modificación total de la misma. Además se distingue la presencia homogénea de S, lo que significa que este elemento se encuentra en solución. Esto implica que, para la cantidad de Ca adicionado, la inclusión se modificó adecuadamente, ya que no se observó la presencia de precipitados de CaS en esta etapa de procesamiento. Fig. 4. Evolución química de las inclusiones complejas. Los símbolos llenos denotan a la matriz y los símbolos vacíos la fase secundaria. Durante el tratamiento en el horno olla las inclusiones tienden a presentar CaO, cuyo contenido se hace más apreciable después de la adición de CaSi. El avance del tratamiento en la olla implica un incremento progresivo del estado de desoxidación del metal líquido, que promueve la presencia de Ca disuelto en el metal líquido, y consecuentemente su incorporación a las inclusiones presentes. Esta situación se favorece con la inyección de CaSi al final del tratamiento, tal y como se observa en las Figs. 3 y 4. En esta etapa algunas inclusiones presentaron CaS, tanto en solución con los otros componentes de la inclusión, así como fase secundaria. Estas últimas son sólidas y eventualmente pueden provocar taponamiento de boquilla en el distribuidor. Sin embargo, los datos en planta indican que este problema no se presenta en la elaboración del acero estudiado, lo que indica que la práctica utilizada es adecuada en términos de inclusiones que no promueven el taponamiento de boquilla. Por otro lado, una implicación de la presencia de CaS en inclusiones encontradas después de la adición de CaSi, es que éste limita la formación de inclusiones más ricas en CaO y consecuentemente de menor punto de fusión, sin embargo, la morfología de las inclusiones observadas sugieren una modificación suficiente. En general, en la etapa de tratamiento en el horno olla gran parte de las inclusiones presentaron MnO. Se piensa que los niveles de oxígeno disuelto en el metal líquido son aún relativamente altos al final del tratamiento en el horno olla, lo que 10 HIERRO yACERO/AIST MÉXICO En el molde de la colada continua, las inclusiones no complejas fueron en su mayoría aluminatos de Ca con contenidos bajos de MnO y SiO2, caracterizándose algunas de éstas por la presencia de CaS. Mismo resultado se observó en la matriz de las inclusiones complejas, las cuales presentaron fases secundarias. Se piensa que las inclusiones no complejas que no son eliminadas durante el paso de metal por el distribuidor, pueden precipitar, dependiendo de los contenidos de MnO, SiO2 y CaS, fases secundarias en su interior como efecto de la disminución de la temperatura. La Fig. 6 muestra la naturaleza química de una inclusión compleja en el molde de colada continua. Nótese la formación de CaS en la periferia de la superficie de la inclusión. La reducción de la temperatura disminuye la solubilidad del S en el metal líquido, promoviéndose así la reacción entre éste y el Ca disuelto en el metal sobre la superficie de la inclusión para formar CaS. O Mg Al Ca Mn S Si Fig. 5. Distribución de elementos en una inclusión de muestra obtenida en distribuidor.