LA JUGUETERÍA
La niña cruzó la calle después de anotar su nombre en el pizarrón ubicado frente a la sospechosa juguetería. Era un día apagado con una triste luz blanca que se filtraba a través de las numerosas nubes que cubrían el cielo.
Faltaban unas horas para que anochezca, sin embargo, la niña permanecía observando la muñeca que había aparecido en la vidrieea del comercio. La mujercita estaba asombrada ante el increíble parecido entre ella y el juguete. Al darse cuenta que la puerta se había abierto rápidamente se incorporó y entró a la tienda. También pudo ver por una pequeña abertura unos antiguos periódicos rusos. Estos detallaban la victoria de la unión soviética frente a los nazis. Una vez dentro, la niña observó una gran cantidad de juguetes, aproximadamente unos treinta muñecos uno al lado del otro. El que buscaba, la muñeca extraordinariamente parecida a ella, se encontraba unos metros más adelante suyo, pero de pronto volvió a desaparecer. La buscó con su mirada: había muñecos de bebés, uno de un niño sobre una bicicleta y dos gemelas. La mirada de la niña se detuvo, había encontrado lo que buscaba.
Se aproximó para tocar la muñeca y, al establecer contacto con ella, su alma se transfirió a la del juguete.
ANTONIO GALLO