CUARTO GRADO
Con cuarto grado estuvimos leyendo el libro El misterio de la princesa desconocida de Pedro Bandeira. Al finalizar la lectura escribimos nuestra propia versión de la historia de Feiurinha, la princesa desconocida. Presentamos a continuación algunos relatos.
FEIURINHA
Había una vez hace mucho tiempo una niña llamada Feiurinha que cumplía 9 años. Por esa razón se había organizado una gran fiesta. Todos los habitantes del reino estaban invitados. Le habían traido muchos regalos, todo tipo de cosas, desde muy pequeñas como un autito de juguete hasta cosas muy grandes como un globo aerostático.
Todo iba muy bien hasta que, de repente, entró su padre gritando que tenían que evacuar porque el dragón se había escapado de su jaula (era el dragón más temido del mundo). Toda la gente empezó a correr desesperadamente, menos Feiurinha que tranquilamente se dirigió hacia la puerta, salió del castillo y dijo muy enojada:
- ¡Dragón, andá ya mismo a la jaula! ¡¿Entendido?! - dijo con tono enérgico.
El dragón la miró muy asustado e hizo caso. Toda la gente observó la escena muy sorprendida y se puso a festejar.
Cuando terminó la fiesta, su padre le preguntó cómo lo había hecho y ella respondió que solo había que ser valiente y tener confianza en una misma.
Esa misma noche mientras dormía, Feiurinha escuchó unos ruidos extraños que provenían de afuera. Se levantó, se puso las pantuflas y miró por la ventana. Vio a los cazadragones intentando llevarse al dragón. Bajó rápidamente las escaleras y al llegar a donde estaban les gritó:
-¡Déjenlo en paz! ¡Váyanse!
- ¿Creés que te vas a librar tan fácilmente de nosotros, niñita tonta? -le contestaron con tono desafiante.
- No, quizá yo no lo vaya a lograr, pero el dragón sí -y dirigiéndose al dragón, dijo: ¡Tírales fuego ya mismo!
El dragón les lanzó una bola de fuego y los cazadragones salieron corriendo desesperadamente en busca de algún río.
Desde ese día, el dragón y Feiurinha se hicieron grandes amigos y en poco tiempo el dragón ya no necesitó más jaula.
MATILDE NIEVA
-¡Déjenlo en paz! ¡Váyanse!
- ¿Creés que te vas a librar tan fácilmente de nosotros, niñita tonta? -le contestaron con tono desafiante.
- No, quizá yo no lo vaya a lograr, pero el dragón sí -y dirigiéndose al dragón, dijo: ¡Tírales fuego ya mismo!
El dragón les lanzó una bola de fuego y los cazadragones salieron corriendo desesperadamente en busca de algún río.
Desde ese día, el dragón y Feiurinha se hicieron grandes amigos y en poco tiempo el dragón ya no necesitó más jaula.
MATILDA NIEVA
FEIURINHA