Revista GuitarraMX SEP/OCT 2017 | Page 16

16 | GuitarraMX | SEP/OCT 2017

HECHO EN MÉXICO

Carlos Muñoz

¿Suenas como quieres? o... ¿Suenas como puedes?

La mercadotecnia ha estado tan fuerte en cuanto a los bulbos, que mucha gente realmente cree que los necesita, pero realmente lo que necesitas es lo que te hace feliz: no importa si son bulbos, o transistores. Eso nos dijo el Ing. Muñoz, aquí el resto de la entrevista.

¿Cómo empezó su taller, Ingeniero Muñoz?

CMP: Todo inició cuando dejé la tocada después de ser músico activo 35 años. Cansado de las desveladas, teníamos que seguir viviendo de algo y le comenté a mi esposa que sería interesante poner un laboratorio para darle servicio a los músicos. Entonces fui a ver a un amigo que tenía una agenda tremenda en donde anotaba el teléfono de todos los amigos músicos que conocimos durante todos esos años. Fueron unos telefonazos y a los 6 meses esto estaba enorme. Teníamos muchísima clientela y de esto ya son 22 años que iniciamos este laboratorio y 40 años como CMP.

¿Cuál es la propuesta o filosofía de CMP?

CMP: ¿Suenas como quieres o Suenas como puedes? y la otra es: Nadie necesita bulbos en su vida. Gran parte de nuestra filosofía es: a) dar atención personalizada, b) no engañar a la gente y c) un amplificador amplifica lo que sea y dependiendo del instrumento que vayas a tocar son las bocinas que ofrecemos.

¿Nos podría enseñar y hablar un poco de los amplis que fabrica?

CMP: Son amplificadores hechos a mano con la electrónica de la vieja escuela, que no es mejor que la actual ni peor; es simplemente lo mismo, sólo que es más grande y todo tiene refacción. El amplificador “Jazz Master” puede tocar guitarra, bajo, piano, contrabajo, incluso voz. Gente que lo ha llevado lo utiliza como monitoreo o lo ponen directamente a la gente, es un amplificador tremendamente versátil. No importa lo que le conectes, todo va a sonar bien: trae una bocina de 12 pulgadas de rango extendido; ade-

“El nombre de este otro amplificador es OMG! Salió por muchas expresiones de los músicos al probarlo que decían “Oh my god!” o ¡No Mameeees!