En 1530, la familia Zúñiga logró que el rey Carlos I de
España les elevara el título de Gibraleón de Señorío a
Marquesado; que recayó en el primogénito del Duque de
Béjar, don Alonso de Zúñiga. Pertenecían a esta
demarcación, además de Gibraleón, el Rincón de San
Antón, Cartaya, San Miguel de Arca de Buey, el término
de lo que sería Punta Umbría, San Bartolomé de la Torre,
Villanueva de los Castillejos, Sanlúcar de Guadiana y El
Granado. En total suponía una superficie de 1.060 Km2,
lo que equivale a algo más de la décima parte de la que
sería la provincia de Huelva.
Del siglo XVII es interesante recordar la dedicación que
Miguel de Cervantes le dedica al Marqués de Gibraleón
por el mecenazgo de la obra inmortal El ingenioso
hidalgo Don Quijote de la Mancha.
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