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extra de Raul. Era previsible una derrota
en Barcelona, pero se antojaba necesario vencer en la visita a Santiago de
Compostela, ante un Obradoiro en
posiciones de peligro para no depender de otros resultados. Sin embargo,
tras ser capaces de forzar una prórroga,
los hombres de negro cosecharon una
derrota que ya les hizo no depender de
si mismos.Se vencería a Manresa en la
jornda 32, pero en la penúltima jornada
se perdería de nuevo ante un Tenerife al
que se meería de lleno en la lucha por
el playoff.
El pase a la siguiente ronda dependía entonces de una serie de carambolas. La derrota del Tenerife en su vicita
a Barcelona, el triunfo del Murcia en su
viaje a Fuenlabrada y que los bilbaínos
se impusieran al CAI Zaragoza.
Las noticias que llegaban de Fuenlabrada
y Barcelona eran positivas para los intereses bilbainos, y el partido ante el CAI
transcurría de cara. Un Raul gustándose
en la dirección del equipo (nueve asistencias) y quince puntos de ventaja
a falta de cuatro minutos y medio no
hacía preveer lo que acabaría pasando.
Pero un monumental colapso bilbaíno
(fiel reflejo de lo que ocurrió en otros
encuentros de la temporada) dio vida a
los maños, que limaron la ventaja hasta
llegar incluso a ponerse con ventaja a su
favor. Un último esfuerzo local (aunque
dejándose dos tiros libres por el camino
por parte de Raul y Mumbrú que acabarían siendo decisivos) lograría que
el Bilbao Basket llegara a 2,8 segundos del final con ventaja de dos puntos.
Ventaja que saltó por los aires cuando
Joan Sastre, en un forzado lanzamiento
desde veinte metros dinamitó todas las
cábalas y puso así un fin abrupto tanto a
la temporada bilbaina como a la carrera
de Raul López.
No obstante, nadie abandonaría el pabellón, ya que pese al disgusto por el inesperado final, tocaba despedir como
se merecía a un genio del baloncesto.
Un aurresku de honor, un vídeo repasando su larga carrera, regalos, unas
palabras del Presidente del club y del
propio Raul, con todos sus compañeros y cuerpo técnico arropándole y la
ovación de todo el pabellón de Miribilla
puesto en pie. Un momento emocionante que le arranco algunas lágrimas
a Raul y especialmente a quienes, como
Alex Mumbrú y Hervelle, más momentos
habían compartido con él.
Despedida de las canchas, pero quizás
un hasta luego en otras facetas relacionadas con el baloncesto y quizás con el
Bilbao Basket. El tiempo lo dirá ■
Julio - Agosto - Septiembre | 2016