Golden Box Book Publishing Protegida por el Halcón | Page 5
Capítulo 1
El Castillo de Morana
El castillo de Morana estaba bien oculto de miradas indiscretas,
en lo profundo del bosque, en la ladera de la montaña. Nadie sabía
de su existencia, sólo Zelda, su criada de confianza a través de los
siglos.
El suave zumbido de su colchón de masaje le hacía relajarse y
protegía su marchito cuerpo, de desarrollar úlceras por presión. Los
miembros de la realeza y los Ancianos entraron en cólera cuando
averiguaron que Joland había compartido con ella el don de la vida
eterna y le había dado el poder de mantener su cuerpo joven. Los
Ancianos les separaron pero no pudieron convertirles en mortales de
nuevo. Ella ha vivido muchas vidas sola porque Joland fue exiliado a
una vida en un pasado lejano. Como castigo, él no podría avanzar en
el tiempo para estar con ella. A Morana, los Ancianos lograron
arrebatarle la habilidad de rejuvenecer su cuerpo, el cual se convirtió
en huesos con atrofiados músculos y arrugada piel. Aunque su
marchito cuerpo se encontraba inservible, el poder de su mente le
permitía llegar al lugar más remoto del mundo y más allá.
Morana cerró sus ojos y empezó a buscar en la complicada red
de la Memoria Colectiva, en su mente. Ella murmuró en voz baja:
“Los Ancianos me quitaron todo lo que tenía valor en mi vida, pero
nunca averiguarán que yo puedo leer cada palabra escrita por
cualquier Huno con el don, después de que alcancen la madurez, y si
utilizan las letras antiguas que les dieron los Ancestros”.
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