Golden Box Book Publishing Pico The Pesky Parrot | Page 11
Molly no encontraba una solución. Estaba a punto de tirar la
toalla y llamar a su sobrina para devolverle el billete de avión
cuando se dio cuenta de que había llamado a casi todas las puertas
de sus vecinos, pero no había visitado a la joven familia que,
recientemente, se había mudado al vecindario. Molly echó un
vistazo y con todo el dolor de su corazón, decidió intentarlo de
nuevo. Y entonces pensó: No tengo nada que perder. Incluso si
ellos dicen que no, al menos puedo decir que lo intenté.
Cuando Molly picó a la puerta, Sarah, la mama de Emma,
abrió la puerta y la invitó a entrar.
—Hola, Emma —dijo Molly cuando vio a la hija de Sarah
jugando con sus gatos en la alfombra del salón.
—¡Hola, señora Smith! —Sonrió Emma.
Sarah llevó a Molly al despacho y le dijo:
—Por favor, siéntese. ¿Puedo ofrecerle algo de beber?
—No, gracias. He venido a pedirle un favor —dijo Molly
nerviosa mientras apretaba sus dedos y se agarraba a su bastón con
ambas manos.
11