Golden Box Book Publishing Mira, ¡puedo hablar con los dedos! | Page 4
Capítulo 1
La abuela Rosa tuvo que quedarse en el hospital durante mucho
tiempo. Los médicos le daban medicamentos que la hacían sentirse
mejor, pero a causa de que la enfermedad afectó a sus oídos internos,
su audición se deterioró mucho. El doctor le dio un audífono y le
dijo:
—Esto te ayudará mucho, pero a veces no distinguirás ciertos
sonidos que suenan parecidos a otros. Podrías pensar que escuchas la
letra “B”, pero la gente estaría diciendo la letra “P”. O bien, podrías
pensar que escuchas la letra “C” mientras la gente dijera la “G”.
— ¡Oh, no! ¿Qué pensarán cuando no pueda escuchar lo que dicen?
—Tendrán que ser pacientes y repetir las palabras que tú no puedes
oír —dijo el doctor— o bien, tendrán que subir el tono de su voz
cuando hablen.
La abuela Rosa miró con tristeza pero respondió:
— Bueno, al menos es mejor que no oír nada.
Cuando su hija la llevó a casa desde el hospital, ella estaba cansada,
pero feliz de estar en casa. Acercó su mecedora favorita a la ventana
y se sentó a descansar y a leer un libro.
Sandra, su nieta, se dirigió corriendo hacia ella tan pronto como
llegó del colegio. Abrazó a su abuela Rosa y dijo:
— ¡Te he echado de menos, abuela! Tengo mucho que contarte, han
pasado muchas cosas mientras estabas en el hospital.
—Primero, tengo que contarte algo, Sandra —Sonrió la abuela
Rosa—. Me encuentro mejor, pero los doctores no pudieron curar mi
problema auditivo. A partir de ahora, podría no escuchar todas las
palabras que me digas.