Golden Box Book Publishing Mira, ¡puedo hablar con los dedos! | Page 11

Capítulo 2 Un día Sandra estaba en su habitación abatida. Se sentía triste y echaba de menos charlar con su abuela como solían hacerlo cuando ella podía escuchar incluso el susurro más bajito. De repente, ella recordó algo. Cogió su iPad e irrumpió en la habitación de la abuela Rosa: —Abuela, tengo una idea. La abuela Rosa se sobresaltó con los gritos de Sandra y la miró sin entender nada: — ¿Qué sucede, cariño? — le preguntó.