Golden Box Book Publishing Elegida por la espada | Page 10

—¿A qué se debe esta inesperada visita? —preguntó Ilona sonriendo, sabiendo que detrás de sus palabras de cortesía, podían detectar su desaprobación. Ilona escuchó a Elza detrás de ella, tomar una bocanada de aire. Kund miró a los demás, y luego tomó el papel de portavoz. Mirando a Ilona le dedicó una sonrisa. —Estábamos en la zona y pensamos en pasar a haceros una visita corta. Nuestra nueva curandera ha llegado a la mayoría de edad, y no queríamos dejar pasar la oportunidad de darle la bienvenida y felicitarla. Ilona decidió seguir el juego y respondió de manera educada: —Gracias, nunca lo hubiera imaginado, me siento alagada. —Si tu madre estuviera viva —Csenge tomo el relevo—, habría sido diferente —dijo, con una rápida mirada a Kund antes de agachar la cabeza. Se encogió de hombros ligeramente y luego volvió a mirar a Ilona con una expresión presuntuosa. —He oído hablar de ti y de Csenge, que sois nuestros Líderes — dijo Ilona mirando a Kund. Luego, con una mirada helada, se volvió hacia el hombre siniestro y dijo: —Pero no conozco a este hombre. Por un segundo, el hombre pareció sorprendido pero luego miró a Ilona con mirada de satisfacción. Sus agudos ojos trataron de penetrar en ella, pero Ilona se mantuvo firme y le devolvió la mirada. —Es Ond, mi consejero —respondió Kund, sorprendido. Ilona supuso que no estaba acostumbrado a ser interrogado y, tal y como se imaginaba, Kund se negó a decir más sobre él—. ¿Ema no se unirá a nosotros esta noche? —preguntó Kund, dirigiéndose a Elza. Ilona temía que Elza pudiera cometer algún fallo con sus respuestas, siendo intimidada por los Líderes. Elza estaba pálida y nerviosa, intimidada por la pregunta de Kund, por lo que Ilona respondió: —Ella no está en casa hoy. Ha tenido que viajar a Nueva York por un inesperado viaje de negocios. Inauguró una exposición hace 10