Generando Arte. La Revista Nº 0 | Page 42

El sillón de lectura La violencia como noticia J osé María Calleja, el que fuera redactor jefe de CNN+ y presentador del programa “El Debate”, es hoy profesor de la Universidad Carlos III de Madrid y miembro del Instituto de Estudios de Género de la misma. Calleja dirigió el programa que más ha incidido en la temática sobre la violencia contra las mujeres en nuestro país. En su libro “La violencia como noticia” comunica con un lenguaje fácil, compresivo, ágil, divulgativo. Escribe y describe muy bien destilando 42 conocimiento y sensibilidad. Relata la violencia contra las mujeres y cómo lo deben informar los medios de comunicación. Nos argumenta que las palabras no son neutras y que la realidad se aloja en el lenguaje, por lo que es importante para los profesionales de los medios comunicar la violencia de forma adecuada. Hay mujeres que se descubren inmersas en la violencia al verse reflejada en la información emitida por los mass media. Estamos, nos dice, hechos de palabras. Nos relata cómo los medios enuncian a las mujeres en las informaciones sobre violencia de género, por su relación respecto a los hombres, ya sean casadas, viudas, compañeras sentimentales... Además son tachadas de intrigantes, retorcidas, seductoras, niñas muy desarrolladas… Si se especifica algún aspecto positivo de la víctima, por ejemplo que tiene gran formación, es para poner en duda la posibilidad de que efectivamente se trate de una víctima, se le sugiere como sospechosa o contradictoria; por el contrario a los varones se les describe por su función social propia, aunque en algunos casos se advierte la intención de minimizar el delito con expresiones como “loco de amor”. Analiza a los medios que frivolizan y mercadean con la violencia que sufren las mujeres y banalizan los asesinatos. Recuerda el caso de Ana Orantes, que tuvo que vencer todos sus miedos para contar su auténtica vida marital. O la de Svetlana que la violencia de género en una sociedad anestesiada frente a este delito. Cuando se comunica un suceso muy atroz no se alude a la violencia de género, aunque sea innegable, como son los sucesos sobre José Bretón, el monstruo de Amstetten en Austria, Rosa San Segundo y José María Calleja recibió una invitación de un programa de televisión sorpresa, donde se encontró con su ex pareja. A Ana Orantes y a Svetlana les costó la vida su paseo por la televisión. La sociedad, los medios y cierto sector entre las propias mujeres se comportan de igual forma, tienen un inusitado interés en invisibilizar la violencia. Calleja nos habla de las mujeres quemadas, violadas, ahorcadas, mientras la televisión actúa como agente constructor del discurso social donde la violencia es banalizada y descontextualizada, donde no siempre se busca dar información sino provocar emociones para la creación de espectadores adictos. Se informa de Marta de Castillo, Sandra Palo, Rocio Wanninkhof, las niñas de Alcasser y otros muchos. Las mujeres abusadas, esclavas domésticas, esclavas sexuales, casadas en minoría de edad, violadas, quemadas vivas son producto de una cultura patriarcal y los medios los facilitadores y los legitimadores de este estado de opinión creados por y para los varones. Precisamente son los varones los que aparecen en un 80%, el 20% restante es para mujeres con una imagen bastante deteriorada. Calleja, tras esta situación, propone principios éticos para la información, incide en que el compromiso del periodista ha de estar con la ciudadanía, aporta que a mayor denuncia, se generará mayor calidad democrática. Considera que es fundamental que la información sobre violencia de género debería relatarse desde el punto de vista de las mujeres asesinadas, violadas, sometidas a la trata … Nos dice que no se puede consentir que el miedo se convierta en el redactor jefe… “Se trata de que los periodistas informemos, busquemos la verdad, tratemos de contar siempre la verdad, seamos honrados y contemos lo que pasa con una mirada de compromiso con los más desfavorecidos, con los que sufren injusticias, con los que normalmente no tienen voz, con el objetivo claro de que nuestra información sirva para ensanchar la verdad.” Calleja pretende dar voz a quienes no la tienen. Maneja bien conceptos complejos sobre la violencia de género. Y escribe este libro desde su escucha, desde su buen hacer profesional, dando voz a las asociaciones de mujeres en su plató, a las que sufren injusticias, a las más desfavorecidas. Gracias por tratar de ensanchar la verdad. Gracias por haber escrito este libro. Rosa San Segundo Directora del Instituto Universitario de Estudios de Género niversidad Carlos III