Generando Arte. La Revista Nº 0 | Page 36

De puertas para fuera La Mujer figurada La meta hacia la Igualdad de las mujeres en el arte La Historia del Arte es justificación gráfica más directa de nuestra realidad como mujeres. Con la Mujer Figurada, nos enfrentamos a un argumento tan milenario y necesario como nuestra propia existencia en las sociedades: la huella visual en la representación. Y es que…las mujeres no tenemos más siglos que perder. D esde los albores de la Humanidad, las mujeres hemos protagonizado papeles fundamentalmente forzados y opresores como propio reflejo de nuestra existencia. Sin embargo, también hay valoraciones favorables a tener muy en cuenta en la representación: en las sociedades matriarcales y en el equilibrio de la balanza, de la justicia, de la libertad y de la fraternidad ¡Ahí estamos las mujeres! La mujer madre, la mujer diosa, la mujer virgen, la mujer prostituta, la mujer trabajadora, la mujer burguesa, la mujer soberana, la mujer libertad, la femme fatal… La Mujer Figurada. Para que sea posible el revisionismo histórico de la Mujer en el Arte, desde el aquí y el ahora, hemos de analizar la horquilla cronológica en las manifestaciones artísticas. Sólo a través del conocimiento y de la divulgación significativa e inmediata, despertaremos el interés por conocer el fecundo protagonismo que tuvimos, tenemos y tendremos en la Historia del Arte. La mujer diosa, la mujer madre… La divinidad y la maternidad suelen ir asociadas, por su sentido mágico, desde la Prehistoria. En las civilizaciones primitivas y antiguas, con frecuencia, la mujer es el ideograma de la fertilidad en su máxima expresión. El milagro de la reproducción se manifiesta en ejemplos como la Venus “im- 36 María Jesus Aregoneses púdicas” o esteatopigias del paleolítico. Mujeres desnudas, de rostros anónimos y exagerados miembros sexuales, que tienen un revelador modelo en “La Venus de Lespugue”. El culto a la naturaleza, a la Tierra Madre, en la semítica diosa Astarté; la veneración a la abundancia, al brotar de la vida, en las grecolatinas Gea y Cibeles. Allí las mujeres, en la asombrosa potencialidad y privilegiada libertad de procurar descendencia. Allí… en la dignidad, en el prestigio, en la prosperidad, en el respeto. Las damas íberas, alhajadas y honorables, con rodete, con trono alado y mantilla; barrenada ™[