De puertas para fuera
La Mujer figurada
La meta hacia la Igualdad de las mujeres en el arte
La Historia del Arte es justificación gráfica más directa de nuestra realidad como mujeres. Con la Mujer Figurada, nos enfrentamos a un
argumento tan milenario y necesario como nuestra propia existencia en las sociedades: la huella visual en la representación.
Y es que…las mujeres no tenemos más siglos que perder.
D
esde los albores de la Humanidad, las
mujeres hemos protagonizado papeles
fundamentalmente forzados y opresores como propio reflejo de nuestra existencia. Sin
embargo, también hay valoraciones favorables a
tener muy en cuenta en la representación: en las
sociedades matriarcales y en el equilibrio de la
balanza, de la justicia, de la libertad y de la fraternidad ¡Ahí estamos las mujeres!
La mujer madre, la mujer diosa, la mujer virgen,
la mujer prostituta, la mujer trabajadora, la mujer
burguesa, la mujer soberana, la mujer libertad, la
femme fatal… La Mujer Figurada.
Para que sea posible el revisionismo histórico
de la Mujer en el Arte, desde el aquí y el ahora,
hemos de analizar la horquilla cronológica en
las manifestaciones artísticas. Sólo a través del
conocimiento y de la divulgación significativa e
inmediata, despertaremos el interés por conocer
el fecundo protagonismo que tuvimos, tenemos
y tendremos en la Historia del Arte.
La mujer diosa, la mujer madre… La divinidad y la maternidad suelen ir asociadas, por su
sentido mágico, desde la Prehistoria. En las civilizaciones primitivas y antiguas, con frecuencia,
la mujer es el ideograma de la fertilidad en su
máxima expresión. El milagro de la reproducción
se manifiesta en ejemplos como la Venus “im-
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María Jesus Aregoneses
púdicas” o esteatopigias del paleolítico. Mujeres
desnudas, de rostros anónimos y exagerados
miembros sexuales, que tienen un revelador
modelo en “La Venus de Lespugue”.
El culto a la naturaleza, a la Tierra Madre, en
la semítica diosa Astarté; la veneración a la abundancia, al brotar de la vida, en las grecolatinas
Gea y Cibeles. Allí las mujeres, en la asombrosa
potencialidad y privilegiada libertad de procurar
descendencia. Allí… en la dignidad, en el prestigio, en la prosperidad, en el respeto.
Las damas íberas, alhajadas y honorables, con
rodete, con trono alado y mantilla; barrenada [