Gaceta SantaRosina Volumen 1(clone) | Page 15

El Rincón del arte

Música popular, historia y emotividad.

¿Por qué quise estudiar Historia? Cuando niño siempre fui feliz, con una familia pobre, pero con mucho amor y una entretenida oferta de juguetes y dibujos animados en televisión, mientras de fondo diversos como el rock, la cumbia y la balada. Poco supe de Pinochet al mando del Ejército luego de terminada la dictadura o de las contradicciones sociales de un país que se miraba al espejo como un jaguar, entretanto miles de víctimas y familiares buscaban verdad y justicia tras el martirio de la tiranía.

A los 17 años recién conocí ese otro Chile, menos luminoso, pero más real. La revolución Pingüina del 2006 me había enseñado las enormes diferencias y desigualdades entre los jóvenes de distintas clases sociales. Una vez que comprendí y sufrí el problema en carne propia, fue justamente la música el medio que me permitió expresar mis inquietudes de joven que descubre el mundo y me ayudó a entender las penumbras de una sociedad con muchas deudas.

Cuando decidí estudiar historia lo hice porque me interesaba comprender mi realidad y la historia de mis amigos, familiares y las raíces de todo el mundo social que me rodeaba. Pero esto debía hacerse desde la emoción y ahí la música tenía un lugar fundamental

Hoy, soy un convencido de que ninguna fuente para investigar sobre el pasado es más valiosa que otra y que en un país como Chile, la música es una enorme herramienta para apropiarnos de los saberes de nuestro pasado. Historiadores como Carlo Ginzburg y Roger Chartier (expertos en historia cultural) han defendido esta idea y yo como profesor, asumo con orgullo la bandera de que el arte y principalmente la música son vehículos dignos para comprender nuestro pasado común

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Cristofer Rodríguez Quiroz

Profesor de Historia, Geografía y Ciencias Sociales.