OPINIÓN
EXPERTA
Cuando hablamos de futuro no podemos pensar en singular. El futuro es múltiple y es imaginario. La prospectiva y los estudios de futuro no buscan predecir un futuro sino facilitar un proceso de construcción de significados para entender como los distintos tomadores de decisión visualizan ese futuro y proveerles las herramientas para cuestionarlo y pensar lo impensable. La mente humana asume que el futuro es la prolongación del pasado y está basado en nuestros propios mapas mentales. Sin embargo, la experiencia nos ha mostrado que esto generalmente es la excepción y no la norma, a lo largo de la historia han existido cambios disruptivos que han reinventado totalmente la forma en la que vivimos y eso no sólo hace referencia a temas tecnológicos, sino también a aspectos políticos y sociales.
La prospectiva, el pensar en el futuro, es esencial para la acción humana. Siempre pensamos en el futuro y la mayoría de nuestras acciones están pensadas con base en nuestra expectativa de futuro. Actualmente, las condiciones de alta incertidumbre que enfrentan la mayoría de las organizaciones generan los que muchos consideran ambientes caracterizados con un alto nivel de turbulencia, incertidumbre, novedad y ambigüedad (TUNA por sus siglas en
inglés, ver Ramírez y Wilkinson, 2017) lo que ha forzado a las organizaciones públicas y privadas a desarrollar metodologías para pensar sistemáticamente en los futuros posibles asumiendo que no serán la continuación del presente que conocemos.
Esta visión de pensamiento prospectivo es lo que la Maestría en Prospectiva Estratégica de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey trata de desarrollar en sus alumnos. La maestría cuenta con cuatro competencias de egreso: visión sistémica de análisis, capacidad de anticiparse a cambios y problemas complejos, visión de futuro y capacidad de proponer soluciones innovadoras, lo que genera egresados capaces de facilitar y liderar procesos y análisis de los futuros posibles.F
*Directora de la Maestría en Prospectiva Estratégica del Tecnológico de Monterrey.
Por:
Guillermina Benavides*
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