FUTUREANDO 2018 AGOSTO 2018 | Page 11

El futuro, a diferencia de lo que se cree cotidianamente, está absolutamente ligado al pasado y al presente. Sea que nos refiramos al sistema global, a una sociedad en específico o a una organización en particular. En ese sentido, el futuro es y debe ser diagramado desde el presente. Para conseguir aquello, la prospectiva se ha mostrado durante las últimas décadas como una metodología útil, pues en última instancia, se trata de las formas a través de las cuales identificamos variables importantes en el presente, las discutimos entre todos los actores relevantes, y nos imaginamos en conjunto futuros escenarios que puedan ocurrir, de acuerdo a una serie de combinaciones que puedan darse de estas variables. Una vez arribamos a tales escenarios, es la hora de decidir: ¿Por cuál de ellos vamos a apostar? Esto es tomar una decisión hacia el futuro que deseamos construir desde el presente.

En lo personal y profesional, la prospectiva me ha servido para comenzar a imaginar y trabajar por el futuro que queremos para nuestra

América Latina, identificando los principales problemas que nos aquejan así como también a los actores que están llamados a ejercer un rol protagónico en esta construcción de un futuro sin miseria ni pobreza, próspero y cuidadoso con las mujeres, los hombres y el ecosistema que nos acoge en nuestra región.

Finalmente, mirar prospectivamente significa cambiar los modos en los cuales trabajamos cotidianamente, los cuales se reflejan en una visión cortoplacista y en un eterno lamento porque sentimos que no controlamos el entorno que nos rodea. Pues bien, invertir en equipos prospectivos, es una manera de empezar a planificar a mediano y largo plazo y escapar de las vicisitudes que no nos permiten alcanzar nuestros objetivos.F

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OPINIÓN EXPERTA

Por:

Manuel Ansaldo Roloff

manoloansaldo@gmail.com