FUTUREANDO 2018 ABRIL 2018 | Page 11

Prospectiva y política nacional.

Escribo estas líneas el mismo día en que renunció el presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski. La inestabilidad que causaba su presencia en el poder a pesar de los serios cuestionamientos a su gestión, y en particular, a su pasado como experto en finanzas internacionales y lobista, generó mucha incertidumbre entre los empresarios y el ciudadano en general. Ante esa situación, muchos se preguntaron en el Perú qué se podía hacer para reducir esa colosal incertidumbre.

Ante esta demanda inusual, la Prospectiva apareció como una disciplina que, bien empleada, podía entregar información anticipada sobre los distintos escenarios políticos, económicos y sociales que podríamos enfrentar como nación. Se hicieron varios ejercicios sobre el futuro del gobierno de Kuczynski, y en ellos quedaba claro la inmensa debilidad del régimen para enfrentar a la oposición, motivo que a la larga fue el detonante de su caída.

Desafortunadamente, en América Latina sólo nos acordamos de la Prospectiva cuando nos encontramos cara a cara con situaciones de muy alta incertidumbre, para las cuales ninguna herramienta de la planeación tradicional nos resulta útil. Cuán distinto sería el futuro de América Latina si empleáramos la Prospectiva para diseñar y construir el porvenir. Y más aún en los tiempos actuales, donde nos enfrentamos a una IV Revolución Industrial, para la cual no estamos preparados, pues nunca fuimos invitamos a su nacimiento.

Estamos ya cerca de entrar a la tercera década del Siglo XXI y en América Latina aún no sabemos cuál será nuestro lugar en la historia, si estaremos encabezando la marcha, o en su defecto, si seremos tan sólo una comparsa.F

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OPINIÓN EXPERTA

Por:

Fernando Ortega

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Experto en prospectiva estratégica

Autor del Challenging Futures Method (CFM)

Chair del Nodo Perú del Millennium Project.