Fisonomía de las Transformaciones Cuentos Séptimos ok | Page 98
un correo que le notificaba que su amigo
el Sr. Monk estaba en el hospital.
Partiendo directamente a el lugar, con un poco de prisa, se topa con Agustín que
venía por la otra acera, al verlo lo puso al tanto de todo lo que estaba sucediendo
y no vio la necesidad de asistir al hospital. Se dio vuelta y caminó hasta su casa,
dejando su abrigo en el perchero y subió hacia su despacho. Al llegar al lugar
recordó que en su escritorio guardaba las cartas que Monk le había entregado y
sintió mucha curiosidad por saber que era lo que tenía intranquilo a su amigo,
entonces agarró la carta que ya había sido abierta y empezó a leerla:
“Querido señor Monk, hace muchos años que lo he visto caminar cada tarde por el
parque, cada día cuando se dirige hacia su trabajo, cuando va a comprar el pan
por las mañanas y quiero decirle que me he sorprendido de su gran personalidad y
carácter, pero desgraciadamente usted y yo tenemos algunos asuntos pendientes ,
y los dos muy bien sabemos que estos no se van a solucionar por arte de magia y
realmente no quiero que este asunto pase a mayores o tendré que tomar mano
propia en el asunto, solo le doy una pequeña advertencia, no se descuide que en
cualquier segundo puedo atacar”.
-anónimo
Black quedó realmente impactado y sorprendido al terminar de leer esta carta y sin
pensarlo una o dos y mucho menos tres veces, se enfocó a investigar sobre este
curioso caso y si estaba relac ionado con el accidente de Monk.
Comenzaron a pasar los días, las semanas y algunos meses y no se encontraba
pista de aquel hombre anónimo que había estado enviando estas cartas, además
el pobre Monk seguía en coma después de aquel trágico accidente. La cabeza del
Dr. Black estaba a punto de estallar, no sabía cómo solucionar este amargo caso y
sus esperanzas cada vez iban decayendo, cada día se iban perdiendo y comenzaba
a perder interés por el caso, hasta que en la noche de navidad un hombre de
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