Fisonomía de las Transformaciones Cuentos Séptimos ok | Page 85

EL HOMBRE Y LA BESTIA Era una mañana soleada cuando sucedió todo. Caminaba por el bosque y escuché una voz que susurraba y me sorprendí. Miré a todos las direcciones para ver que era pero no vi nada. Seguí mi camino hacia donde estaban mi esposa y mi hijo. Carlos ayudaba a mi esposa con el día de campo. Decidimos hacer un asado y me encomendaron la tarea de ir al bosque por leña. Volví al bosque y de nuevo escuché esa voz. Asustado corrí pero había caminado tanto que no sabía por dónde volver y corrí despavorido, de pronto tropecé con una raíz de un árbol y me golpeé muy fuerte la cabeza y me desmayé. Al atardecer mi esposa y mi hijo preocupados fueron a buscarme y no me encontraron por lo que avisaron a las autoridades y volvieron con la policía para buscarme. Cuando desperté, escuché los gritos y fui hacia dónde estaban las luces. Me llevaron al hospital, tenía una especie de mordida que parecía moverse y volví a casa con mi familia. Pasó una semana, era lunes, salí a trotar y de repente sentí que mi corazón palpitaba muy rápido y mi respiración se agitaba y me salían cabello, garras y dientes muy filosos y me transformé en esa horrible bestia. En el parque ataqué a varias personas que se encontraban allí y en ese momento volví a ser yo otra vez. Di gracias porque no había nadie en el parque. Volví a casa y les conté a mi esposa y a mi hijo todo lo que había sucedido. Mi esposa muy asustada me dijo vamos al hospital. Allá me hicieron varios análisis y me dijeron que estaba muy bien. Volví a casa cené tranquilamente, me dormí tranquilamente y a medianoche me levanté al baño y al tomar un vaso de leche volví a sentir lo mismo que sentí en el parque y salté por la ventana, corrí por el vecindario y amanecí tirado en el bosque. Desperté en el mismo bosque de aquel día. Busqué por el bosque algo para ponerme, tomé unas hojas y un cartón que habían dejado los campistas y volví a casa. 85