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San Juan Bautista de La Salle, ha querido dedicar su vida a la enseñanza pero invitándonos a todos nosotros a hacer realidad esta obra de Dios a ejemplo de él. Nuestro Distrito Lasallista es parte de esta obra e implica que cada uno de nuestros esfuerzos, cada una de nuestras tareas y nuestros proyectos deben tener por centro y guía “la disposición de la Providencia” (L. 20.3). El señor de Lasalle nos enseña a ser testimonio de esta obra, desde cada espacio de nuestra vida, a ser constructores de la historia lasallista que en sus tres largos siglos de existencia ha venido creciendo y transformado la educación cristiana. Con su talento pedagógico, san Juan Bautista de la Salle fue un ilustre pionero de la educación popular de niños y jóvenes. Como verdadero apóstol, supo servir a los niños que acudían a sus escuelas, dedicándose principalmente a formar a sus maestros. Esta intuición sigue siendo fundamental también hoy, pues pone de manifiesto que la educación supone, por una parte, la transmisión de los valores humanos y cristianos, y, por otra, el testimonio de adultos que muestren a los jóvenes lo que es una vida hermosa y equilibrada. Por tanto, la educación, más que un oficio, es una misión, que consiste en ayudar a cada persona a reconocer lo que tiene de irreemplazable y único, para que crezca y se desarrolle.

Debemos cultivar nuestra identidad Lasallista pues nos hace reconocer que pertenecemos a un legado que el Señor de la Salle comenzó. Indivisa Manent significa: Lo unido permanece, y nos recuerda que como lasallistas debemos cuidar la unidad de los grupos a los cuales pertenecemos como nuestra familia, nuestro salón de clases y amigos. Cualquier lasallista por muy joven que sea ha escuchado la señal de comunidad, este santo y seña “Viva Jesús en nuestros corazones” pues ha estado con los lasallistas desde 1705 cuando se escribieron las reglas comunes de los Hermanos. También debemos vivir en la presencia de Dios, es común iniciar los espacios de oración diciendo “Acordémonos que estamos en la santa presencia de Dios” respondiendo “Y adoremos su santo nombre”.” esta frase es el resultado de una forma particular de entender a Dios; Cinco puntas tiene la estrella lasallista, son los valores de nuestra Institución: Fe, Fraternidad, Servicio, Justicia, Compromiso. Con alegría y júbilo podemos sentirnos identificados todos los lasallistas con esta estrella que brilla, la misma que acompañó a Juan Bautista en el inicio de su obra y nos guía hoy hacia Dios en cada momento de nuestra vida.

Finalizo reflexionando sobre la frase “Signum Fidei” que significa Signo de la fe. San Juan Bautista de Lasalle durante toda su vida dio testimonio y confió siempre en Dios, como buen religioso siempre estuvo en oración, recordando la presencia de Dios en su vida, así siguiendo los pasos de Jesús y dando la vida por los demás. Debemos seguir su ejemplo, ser propagadores de la Fe, dejando que Jesús habite en nuestro corazón, así como pide nuestro Santo Fundador “Viva Jesús en Nuestros Corazones” porque nuestra respuesta debe ser ¡Por Siempre!

Lasallistas…“Artesanos de Paz, donde la vida clama”.

Recopilado por: Luis Esteban Rey Ardila 11-07