La actividad física es sin duda un medio para erradicar las cargas de estrés generadas por el mundo actual, permitiendo así con su práctica evitar los estados depresivos a los cuales está llegando la obra de una globalización deshumanizante que exige y exige, pero olvida la naturaleza del ser como pensante, cargado de emociones y sentimientos.
John Mayer y Peter Salovey en sus estudios sobre la Educación Física como medio para el desarrollo de la Inteligencia Emocionaldefinieron que si “La I.E. es la capacidad para percibir, valorar y expresar las emociones con exactitud, es la capacidad para acceder y generar sentimientos que facilitan el pensamiento, la capacidad para entender la emoción y el conocimiento y la capacidad para regular las emociones y promover el crecimiento emocional e intelectual”, la Educación Física es el mecanismo óptimo para la consecución de estas capacidades, pues a través de la actividad física logra conducir al ser a encajar dentro de esa vieja aseveración acuñada a los griegos con la cual se afirma que: “Mens sana in corpore sano”.
Así entonces, es claro manifestar inconformismo por las propuestas en las cuales la Educación Física sea parte de la pérdida del tiempo, como consideran algunos, incluso educadores, para quienes sólo quien domina las ciencias, las Matemáticas y probablemente un idioma extranjero, serán los dueños del conocimiento. Por algo el sicólogo Benno Becker Júnior afirmó: “Una sola sesión de actividad física, provoca beneficio a nivel sicológico y físico”. Luego, la indiferencia y actitud despectiva con la cual se mira la Educación Física y el Deporte no obedecen más que al desconocimiento de su valioso aporte a la humanidad. Por ello, no es posible afirmar que la Educación Física esté relacionada con la pérdida de tiempo y por el contrario es necesario reconocerla como el área que mayor incidencia tiene en el logro de la integralidad del ser.
FERNANDO CAÑAS CAMARGO.
Departamento de Educación Física - CORSAJE. (D.R.S. Marzo 2017).