Los que tenemos la dicha que conocerte sabemos que aparte de ser excelente maestra, también eres extraordinaria madre, esposa, amiga que no duda en brindar su mano generosa a todo aquel que la necesite, no te canses de ser así, porque el destino tarde que temprano nos retribuye con creces las acciones positivas que hacemos en la vida y esperamos que en este retiro muy merecido, él te llene de bendiciones, abundancia y felicidad; esta última empieza con compartir con quienes te aman, tu familia; con quienes decidiste navegar el resto de la vida -buena elección-, que Dios te guarde a ti y a los tuyos, y puedas ya sin afanes desarrollar las cosas que a veces por nuestro trabajo cotidiano dejamos relegados para algún día; llego el momento de hacer todo aquello que te gusta con el tiempo a tu favor.
Gracias nuevamente; gracias por tu amistad, por tu trabajo, por tu sencillez, por ser ese paradigma para muchos, ¡vive!, vive plenamente porque te lo mereces.
Autor: Departamento de lengua castellana