Estos escualos practican la migración vertical, es decir, pasan el día en aguas
profundas camufl ados por su color oscuro o gris en la parte superior del cuerpo
y suben a la superfi cie en la noche a comer peces pequeños y calamares. De día,
a contraluz, pueden confundirse desde abajo por el color crema en su abdomen
lo hacen prácticamente invisible. Sus
aletas pectorales son grandes y anchas,
y su boca pequeña.
Al tiburón zorro lo distingue una colora-
ción café oscuro a azul grisáceo con brillo
metálico, en su dorso y fl ancos, hasta el
blanco en su vientre. Aunque se encuentra
tanto en aguas costeras como oceánicas,
es más abundante a distancias de hasta
40 o 50 millas de la costa; sin embargo,
los juveniles generalmente permanecen
cerca de la costa después del parto y
durante sus primeros años.
Una familia en peligro,
pero con esperanza
Los tiburones zorro están sometidos a la
sobrepesca y esto no permite la recupera-
ción de sus poblaciones, debido a su lento
crecimiento, su madurez tardía (entre 4 y
14 años), su período de gestación largo
(de 2 a 9 meses) y a que paren un núme-
ro reducido de crías que oscila entre las
18
dos y cuatro por camada. Todos son
ovovivíparos, es decir, crecen en el
interior de un huevo que permanece
dentro de la madre hasta que el embrión
está completamente desarrollado. La
eclosión puede darse antes del parto o
posterior a la puesta. Este grupo practica
la oofagia, que es el canibalismo entre
los embriones producidos por el ovario
materno mientras aún están alojados
en el útero materno, lo cual al parecer
favorece el nacimiento de embriones más
grandes o los prepara para su estilo de
vida depredador.
También la destrucción de hábitats
clave para el tiburón zorro, principalmente
la franja costera de cría, otorga un riesgo
para la salud de las poblaciones.
La población de esta familia según el
Grupo de Especialistas en Tiburones (SSG)
de la Unión Internacional para la Conser-
vación de la Naturaleza (IUCN por sus
siglas en inglés), está clasifi cada como
Vulnerable a la extinción, siendo catalogada
como la segunda familia más amenazada
entre todos los tiburones y la séptima entre
todos los elasmobranquios. Es captura-
da de forma incidental en las pesquerías
pelágicas y costeras de todos los mares
del mundo; se tiene noticia de desembar-
cos con altos índices en Asia. Este factor,
combinado con su baja tasa de natalidad
y unos límites de capturas inadecuados,
han propiciado que se vea mermada. Sin
embargo, la carencia de reportes en el
océano Índico, retrasa la realización de
un diagnóstico adecuado del estado
de salud de las poblaciones mundiales
de tiburón zorro.