Especial refugiados | Page 6

38 marzo 2016 | www.lamarea.com Refugiados la dura ruta de acogida Tras un viaje arriesgado, las personas refugiadas se enfrentan a un laberinto burocrático y a una adaptación difícil Por pilar almenar 1 G alina Abramian, ucraniana de 73 años, está aprendiendo español con un libro de su nieto. No entiende ni una sola palabra, pero sonríe mientras dice que le divierte sentirse de nuevo estudiante, aunque sea forzosamente y a miles de kilómetros de su casa de Donetsk (Ucrania), rodeada ahora por tanques y escuadrones militares. Edgar, de 23 años, ha podido retomar las clases de canto en el conservatorio y su lírico O sole mio transforma por un instante en una enorme ópera el modesto piso donde viven desde hace dos meses en Valencia. Su abuela, su padre, Arthur (49 años), y su madre, Maya (47 años), le aplauden apasionadamente, respiran hondo y esbozan una media sonrisa: “No tenemos nada más que esto. Pero no queremos volver”. Europa vive la mayor crisis humanitaria después de la Segunda Guerra Mundial. La migración masiva de personas que huyen de la guerra pidiendo asilo está desbordando los mecanismos europeos de acogimiento. Tras un viaje arriesgado, las personas refugiadas se enfrentan a un laberinto burocrático y a un proceso de adaptación personal difícil. El primer obstáculo es conseguir llegar a Europa. “Mi mujer, mis dos hijos y yo huimos en coche en julio de 2014. Fue muy difícil salir porque había muchos controles militares, pero llegamos a Kiev. Allí sigue uno de mis hijos, que está en edad de recibir la carta de reclutamiento forzoso y no quiere que le encuentren”, cuenta Arthur, que llegó a España en avión con visado de turista. Su primera parada fue un centro de acogida de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que junto a Cruz Roja y con los pies en europa, la Asociación Comisión Católica Españolas personas refugiadas la de Migración (ACCEM), centralizan la a las personas refugiadas. se enfrentan a un ayuda Los conflictos que más refugiados esproceso legal que suelen tán generando son los de Siria y Ucrania. desconocer Según ACNUR, Alemania está siendo el mayor receptor de nuevas solicitudes de George asegura que no asilo, con 1,1 millones de peticiones en piensa en qué pasará 2015. Entre 2012 y 2014, el número de peen España se duplicó hasta las cuando termine su ticiones 5.952, según el Ministerio del Interior. El estancia en el albergue, pasado septiembre, Interior estimó que pero ese día llegará en 2015 llegarían 17.000 solicitantes más otros 15.000 a cuenta de los acuerdos europeos de reubicación. Interior no explica por qué, de estos últimos, sólo han llegado 18. Khaled Nadjar (47 años), exalto funcionario sirio, llegó hace pocos meses con su mujer Sawsan Mustafá (43 años) al centro de acogida de CEAR en Cullera, inaugurado en 1994 para acoger a víctimas de la guerra en Bosnia. Sus cuatro hijos están fuera del país. Khaled aún no ha podido romper la barrera del miedo. Su mujer sí. Por el momento, Khaled y Sawsan centran sus esfuerzos en las clases de español que la entidad organiza para los recién llegados. Más adelante, según su perfil profesional, acudirán a cursos de formación y de orientación en la búsqueda activa de empleo. “Una persona de Siria no puede llegar a una embajada española y pedir asilo. En la práctica, esta vía solo se usa para extender el asilo a familiares de refugiados. Por lo tanto, la única forma de pedir asilo es llegar a la frontera o el territorio español y jugarse la vida en el Mediterráneo teniendo, muchas veces, que pagar a las mafias”, explica Jaume Durá, abogado y coordinador de CEAR en Valencia. Con los pies en Europa, las personas refugiadas se enfrentan a un proceso legal que suelen desconocer. El convenio de Dublín les obliga pedir asilo en el primer país seguro al que hayan llegado o en el país que les haya dado el visado. Al llegar, muchos viajan a otros países en busca de familiares y solicitan asilo allí. Existen mecanismos europeos que permiten a los Estados devolver a algunos refugiados a los países por donde entraron si no pidieron asilo al llegar. Alemania ha propuesto endurecer las condiciones y el listado de países seguros a los que aplicar el convenio se está ampl iando. “Si tienen la suerte de saber que pueden solicitar asilo, piden cita para la primera entrevista, que puede tardar dos meses. Con ese documento, pueden solicitar plaza de acogida en un centro para un máximo de nueve meses”, explica Durá. La tarjeta roja como demandantes de asilo no les dará derecho a cruzar fronteras ni salir del país. Seis meses después, adquirirán el derecho a trabajar y, en muchos casos, la resolución definitiva tardará hasta dos años. George Stifeev, ingeniero ucraniano de 30 años, llegó hace cinco meses y, como solicitante de asilo, está a punto de obtener el permiso de trabajo. El día que le llamaron a filas, su mujer y él decidieron huir con su hijo Demian, de dos años. Viven en Cullera. “Mi mujer se levanta a las siete de la mañana y se va en tren a un curso de formación en cocina a Valencia. Yo despierto al niño,