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marzo 2016 | www.lamarea.com
Refugiados
la dura ruta
de acogida
Tras un viaje arriesgado, las personas
refugiadas se enfrentan a un laberinto
burocrático y a una adaptación difícil
Por pilar almenar
1
G
alina Abramian, ucraniana de 73 años, está aprendiendo español con un libro de su nieto. No entiende
ni una sola palabra, pero sonríe mientras dice que le
divierte sentirse de nuevo estudiante, aunque sea forzosamente y a miles de kilómetros de su casa de Donetsk (Ucrania), rodeada ahora por tanques y escuadrones militares. Edgar, de 23 años, ha podido retomar las clases de canto en
el conservatorio y su lírico O sole mio transforma por un instante en una enorme ópera el modesto piso donde viven desde hace
dos meses en Valencia. Su abuela, su padre, Arthur (49 años), y su
madre, Maya (47 años), le aplauden apasionadamente, respiran
hondo y esbozan una media sonrisa: “No tenemos nada más que
esto. Pero no queremos volver”.
Europa vive la mayor crisis humanitaria después de la Segunda Guerra Mundial. La migración masiva de personas que
huyen de la guerra pidiendo asilo está desbordando los mecanismos europeos de acogimiento. Tras un viaje arriesgado, las
personas refugiadas se enfrentan a un laberinto burocrático y a
un proceso de adaptación personal difícil. El primer obstáculo es
conseguir llegar a Europa. “Mi mujer, mis dos hijos y yo huimos
en coche en julio de 2014. Fue muy difícil salir porque había muchos controles militares, pero llegamos a Kiev. Allí sigue uno de
mis hijos, que está en edad de recibir la carta de reclutamiento
forzoso y no quiere que le encuentren”, cuenta Arthur, que llegó a España en avión con visado de turista. Su primera parada
fue un centro de acogida de la Comisión Española de Ayuda al
Refugiado (CEAR), que junto a Cruz Roja y
con los pies en europa, la Asociación Comisión Católica Españolas personas refugiadas la de Migración (ACCEM), centralizan la
a las personas refugiadas.
se enfrentan a un ayuda
Los conflictos que más refugiados esproceso legal que suelen tán generando son los de Siria y Ucrania.
desconocer Según ACNUR, Alemania está siendo el
mayor receptor de nuevas solicitudes de
George asegura que no asilo, con 1,1 millones de peticiones en
piensa en qué pasará 2015. Entre 2012 y 2014, el número de peen España se duplicó hasta las
cuando termine su ticiones
5.952, según el Ministerio del Interior. El
estancia en el albergue, pasado septiembre, Interior estimó que
pero ese día llegará en 2015 llegarían 17.000 solicitantes más
otros 15.000 a cuenta de los acuerdos europeos de reubicación.
Interior no explica por qué, de estos últimos, sólo han llegado 18.
Khaled Nadjar (47 años), exalto funcionario sirio, llegó hace
pocos meses con su mujer Sawsan Mustafá (43 años) al centro de
acogida de CEAR en Cullera, inaugurado en 1994 para acoger a víctimas de la guerra en Bosnia. Sus cuatro hijos están fuera del país.
Khaled aún no ha podido romper la barrera del miedo. Su mujer
sí. Por el momento, Khaled y Sawsan centran sus esfuerzos en las
clases de español que la entidad organiza para los recién llegados.
Más adelante, según su perfil profesional, acudirán a cursos de
formación y de orientación en la búsqueda activa de empleo. “Una
persona de Siria no puede llegar a una embajada española y pedir
asilo. En la práctica, esta vía solo se usa para extender el asilo a familiares de refugiados. Por lo tanto, la única forma de pedir asilo
es llegar a la frontera o el territorio español y jugarse la vida en el
Mediterráneo teniendo, muchas veces, que pagar a las mafias”,
explica Jaume Durá, abogado y coordinador de CEAR en Valencia.
Con los pies en Europa, las personas refugiadas se enfrentan a un
proceso legal que suelen desconocer.
El convenio de Dublín les obliga pedir asilo en el primer país
seguro al que hayan llegado o en el país que les haya dado el visado. Al llegar, muchos viajan a otros países en busca de familiares
y solicitan asilo allí. Existen mecanismos europeos que permiten a los Estados devolver a algunos refugiados a los países por
donde entraron si no pidieron asilo al llegar. Alemania ha propuesto endurecer las condiciones y el listado de países seguros a
los que aplicar el convenio se está ampl iando. “Si tienen la suerte de saber que pueden solicitar asilo, piden cita para la primera entrevista, que puede tardar dos meses. Con ese documento,
pueden solicitar plaza de acogida en un centro para un máximo
de nueve meses”, explica Durá. La tarjeta roja como demandantes de asilo no les dará derecho a cruzar fronteras ni salir del
país. Seis meses después, adquirirán el derecho a trabajar y, en
muchos casos, la resolución definitiva tardará hasta dos años.
George Stifeev, ingeniero ucraniano de 30 años, llegó hace
cinco meses y, como solicitante de asilo, está a punto de obtener
el permiso de trabajo. El día que le llamaron a filas, su mujer y él
decidieron huir con su hijo Demian, de dos años. Viven en Cullera. “Mi mujer se levanta a las siete de la mañana y se va en tren a
un curso de formación en cocina a Valencia. Yo despierto al niño,