www.lamarea.com | marzo 2016
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Refugiados
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el gobernador de
Flandes ha pedido a los
vecinos no dar de comer
a los refugiados y en
Alemania les atacan
«de los once centros de
registro previstos sólo
funcionan dos en italia y
uno en grecia», explican
desde acnur
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libertad de movimientos en el interior de la Unión Europea.
La otra grieta viene de la mano de Reino Unido, donde el
antieuropeísmo está en auge. El país es, junto con Alemania, uno
de los principales objetivos de los refugiados. Las mafias del este
de Europa están abriendo incluso rutas nuevas por el Mar del
Norte para llevarlos a las costas británicas. La presión migratoria
se suma a la crisis económica como gasolina para el antieuropeísmo y la xenofobia. Reino Unido celebrará un referéndum el 26 de
junio para decidir si permanece o abandona la Unión después de
arrancar a sus socios europeos importantes concesiones. La medida más polémica es que Londres podrá limitar las prestaciones
sociales a los inmigrantes llegados del resto de la UE. Es un duro
golpe para el principio de igualdad entre los ciudadanos europeos, uno de los pilares básicos de la Unión.
Las actitudes xenófobas se extienden por todo el continente.
El gobernador de Flandes occidental en Bélgica ha pedido a los
vecinos no dar “de comer” a los refugiados, mientras que en Alemania y otros países se suceden los ataques y amenazas contra
centros de acogida. Francia, Holanda, Dinamarca o Polonia están
experimentando un auge de fuerzas antieuropeas de derecha y
extrema derecha. La mala gestión de los gobiernos europeos está
haciendo que surjan campamentos como el de La Jungla, en la población francesa de Calais, donde malviven unas 7.000 personas
a la espera de saltar a través del Canal de la Mancha al Reino Unido, a tan sólo 30 kilómetros de distancia.
En Grecia e Italia, las dos principales puertas a Europa por mar,
empiezan las dificultades. “De los 11 centros de registro que debían
estar funcionando a finales de 2015, sólo había tres, dos en Italia y
uno en Grecia. La falta de un espacio en el que la gente pueda pasar a registrarse y otro en el que poder dormir durante el proceso
de derivación hacia otro país, ha hecho que los refugiados, ante el
desconcierto, continúen viaje hacia otros países donde pedir
protección”, explica María Jesús Vega, portavoz en España de