Escuela de Recuperación 8 Día de la Tradición | Page 7

4 CAPÍTULO 1. JOSÉ HERNÁNDEZ Que con cognac y ginebra Murió ahogado como un laucha. Colaboración adjudicada a Hernández para El Litoral. Ciudad de Buenos Aires, la extensión del código de comercio y el nombramiento en el ejército de nuevos generales. Realizaba también críticas a políticos y candidatos a políticos de diferentes provincias, como así también al Congreso de la Nación, ironizando sobre la falta de actividad absoluta del mismo.[22] De veras? Vive Dios! Mitre? Dime simpática chica Y ese tísico belitre Es el que tanto te pica? Otra colaboración de Hernández para El Litoral. Por estos versos se lo acusó de villano, mazorquero y cobarde en el periódico La Patria, en donde se afirmó también que eran un obsequio para unas señoritas de la ciudad. Hernández hizo un descargo, reclamando que ningún editor se hizo responsable de la denuncia. En otra solicitada del día 5 de abril, reclamó que el tal “Aramis” —que lo había acusado en el periódico contrario— se diera a conocer.[21] 1.4.4 El Argentino Fue fundado a mediados 1863 por Hernández, tiempo después de contraer matrimonio en junio de ese año en la catedral de Paraná con Carolina González del Solar.[cita requerida] El 12 de noviembre de ese año le tocó cubrir en su medio el asesinato del general Ángel Vicente Peñaloza, cuya cabeza fue exhibida en la plaza de Olta, La Rioja. El hecho conmovió profundamente a Hernández, que lo reflejó en las editoriales de su periódico. Durante el mes del ajusticiamiento del caudillo riojano le dedicó vari as editoriales, que posteriormente serían reunidos con el nombre de Vida del Chacho, o Rasgos biográficos del general D. Angel V. Peñaloza.[23] En ellos —aunque denotaba no conocer exactamente las circunstancias de la muerte del caudillo— acusaba por su muerte a los unitarios, especialmente a Sarmiento,[24] y prevenía al general Urquiza que le esperaba el mismo destino a manos de éstos.[25] Una semana después de esta aparición se creó la denominada sección “Laberinto” donde participó Rafael, el hermano de Hernández. La sección es de variedades, con breves comentarios sociales y festivos y algunos políti- A fines de 1863 dejó de aparecer El Argentino. Hernáncos. El 17 de abril, Rafael acusa al “loco Sarmiento” de dez permaneció en Entre Ríos, dedicado a actividades [26] diezmar San Juan, en coincidencia con el ánimo de su comerciales. hermano y de Carriego. Desde mediados de julio hasta mediados de agosto apare- 1.4.5 El Eco de Corrientes cieron avisos de Hernández, presentándose como síndico en quiebras, prueba que fue apoderado y representante en Tras el inicio de la Guerra del Paraguay, se trasladó a Corrientes, donde su cuñado, Melitón González del Solar, estos casos.[21] ejercía la medicina. Fue nombrado Fiscal Interino del EsEl 14 de agosto de 1862 firmó con sus iniciales J.H dos tado en reemplazo del doctor Tomás J. Luque, que había artículos que aparecieron debajo de la columna del direcrenunciado.[27] tor, una posición privilegiada en el diario. Uno se titulaba “Muy notable”, sobre un episodio de robo en un vapor Además comenzó a escribir en el diario El Eco de Corrienparaguayo. El segundo, “Revista de periódicos”, incluía tes, en fecha desconocida. Pudo haber sido en 1867 o el comentarios de las noticias que arriban en el vapor “Do- 24 de agosto de 1866, según la colección de la Biblioteca lorcitas” y que tratan de los proyectos de federalización de Nacional donde Hernández aparece como uno de sus coBuenos Aires, la represión de la revolución en Catamarca laboradores, pero no el primero ni tampoco el único, ni por parte de Gelly y Obes y de Rivas, y la situación en como fundador. Mendoza, que finalizó con esta sintésis:[cita requerida] En las páginas de ese diario, que circulaba bimensualLos elementos de orden no imperan en ninguna parte y el malestar y la agitación general, reaparecen aunque lentamente. La reorganización nacional, tan decantada es problemática aún. El restablecimiento del orden, de la paz, de la armonía, parece alejarse por instantes. El arte de reedificar no se aprende demoliendo. mente, debió contraargumentar las columnas que el diario opositor La Esperanza le dedicaba por su condición de funcionario público.[28] Hernández firmaba con su nombre completo o con sus iniciales J. H., como lo hizo el 1 de marzo de 1868 en un editorial de carácter antisarmientista, o en otro del 31 de marzo, en que fustigaba a sus adversarios políticos. Su última edición fue la del 26 de mayo de 1868: al día siEn otras columnas de días posteriores se refirió a la si- guiente era derrocado el gobernador Evaristo López y sus tuación en Corrientes, donde imperaba un desorden so- ministros fueron perseguidos. Hernández debió renunciar cial y político. Además trató sobre la federalización de la a su cargo y también a otro de maestro de gramática del