Toda la vida haciendo dietas estrictas, he tenido mucha fuerza de voluntad, he conseguido bajar muchos quilos y me he sentido muy satisfecha del resultado obtenido con esfuerzo y con la fuerza de voluntad, un resultado que ha significado poca variedad y mucha restricción de alimentos. La lástima es que cuando he intentado volver a la normalidad y vivir sin la dieta, la satisfacción se ha esfumado. He vuelto a incrementar peso y no he conseguido mantenerme. Este proceso me ha sucedido en diversos momentos de la vida. Es entonces cuando aparecen las lágrimas, la culpa, el fracaso y me hundo en la más absoluta miseria. Vuelvo a comprar ropa de tallas grandes y no me gusto, me miro y me pongo a llorar. ¿Por qué? me pregunto. Es evidente que la solución no es hacer dieta. Después de tantos intentos tenía claro que el problema lo tenía en mi mente, pero no sabía cómo resolverlo. Es en este momento cuando aparecen, casualmente o no, los vídeos de la Escuela de Descodificación Biológica y se me abren muchas oportunidades.
La descodificación ha sido la oportunidad para transformar mi vida, para hacer limpieza de las heridas de mi infancia, de las heridas del paso del tiempo. La descodificación me ha permitido volver a hacer vida normal. La alegría más grande es que ya no tengo ansiedad, no necesito descontroladamente comer por comer, comer para calmar una inquietud interior difícil de explicar. Ahora como lo normal, puedo decidir qué quiero, qué me va bien, cómo compensar... y puedo comer con la conciencia. Ya no es la ansiedad quien decide qué voy a comer.
La descodificación me ayuda a hacer una alimentación consciente. Antes me sabía la teoría, pero no la podía poner en práctica. He comenzado a perder peso, todavía me falta, pero me siento feliz y estoy convencida que retornaré a mi vida normal.
El resultado de los encuentros con Salomé en la Escuela es tan espectacular que lo que deseas de golpe y porrazo es limpiar todas las heridas que han permanecido en tu interior sin saberlo. Quieres sanar y reconciliarte con tu persona.
Salomé me ha ayudada a rehacer mi camino, voy recuperando mi peso. El dolor de la rodilla, que durante meses me ha martirizado, ha reducido tanto que puedo andar kilómetros. Mi tensión arterial, que desde hace años la tenía en las nubes, ha disminuido tanto que debo reducir pastillas. Estoy impresionada y me gusta disfrutar estos momentos. Lo más increíble es que la recuperación de la normalidad la consigo cuando Salomé me ayuda a encontrar el momento preciso dónde empezó mi angustia emocional (prácticamente en mi infancia) y con unas palabras agradables conseguimos paliar el daño de aquel momento y desactivarlo para poder vivir en la actualidad de la mejor manera. Lo importante es encontrar el momento dónde empezó el problema y dejarlo ir. En ningún caso te sientes obligado a dejar ningún tratamiento, pero como sanas lo necesitas reducir.
Para terminar, quiero decir que una de las maravillas de la descodificación es que te sientes más feliz y andas por tu vida con una sonrisa en los labios. ¡Gracias Salomé!
CB
C.B.
76
Revista EDBO Descodificación Bilógica │ Terapia & Salud