ESCUELA DE DESCODIFICACIÓN BIOLÓGICA ORIGINAL 2015 2016 Vol. 3 | Page 33

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El miedo a perder el calor del macho, incluso del clan ya que no podemos ni siquiera ayudar a amamantar a las crías de otras mujeres del clan. Sin la seguridad y la protección del macho, en la caverna era imposible sobrevivir y sobre todo sacar adelante a la descendencia. Este es el miedo con el que conecta nuestro cerebro reptiliano cuando es el quien tiene que poner solución a un estrés excesivo e insostenible por nuestra biología. El cerebro busca en su “disco duro” los programas que tienen que ver con expulsión, falta de protección, inseguridad….. y para este cerebro la exclusión del clan, la falta de protección de una mujer con sus cachorros es irremediablemente igual a peligro de muerte.

Si un individuo hombre o mujer era desterrado del clan, estaba en peligro de muerte. Un hombre no puede cazar solo, no puede dormir porque estaría a merced de los depredadores y esta situación es incompatible con la vida. Si se trata de un hembra en edad reproductora, siempre existe la posibilidad de que un macho decida elegir su útero para su progenie, pero esto pasa porque sea una hembra en edad fértil, de no ser así, las posibilidades de supervivencia de una hembra sola en la sabana, simplemente rozan lo imposible.

Este es el programa inconsciente que hay detrás de los trastornos menopaúsicos. Luego dependiendo de la forma en que se viva ese estrés, el síntoma se presentara de una forma y otra.

Hemos de tener en cuenta que nuestro cerebro es tremendamente eficaz, pero poco eficiente e incluso nulo hablando en términos de eficiencia.

Si es por medio de sofocos, como el miedo a perder el calor y la protección del macho es grande, me genero yo sola el calor y esto ayuda también a ruborizar mi rostro y torso de forma que al llegar más riego sanguíneo se verá la piel más nutrida y colorida, todo ello para aumentar las posibilidades de seducir al necesario macho que me ayudara a sobrevivir.

Si el síntoma es el insomnio. Si la solución es no dormir, es la solución ¿a qué peligro?. Puede ser, al peligro que se acerca, al miedo a la desprotección y al estar expuesto por un lado a la muerte que está más cerca que antes y por otro a la “posible” falta de protección del macho. En este caso conviene chequear también temas transgeneracionales ya que se suele conectar con memorias de mujeres muertas sobre esa edad en nuestros ancestros dado que antes la esperanza de vida era mucho más baja que ahora.

Si se produce sequedad vaginal, el miedo podría ser a no ser fecundada más. La respuesta del organismo ante ese miedo es evitar las relaciones y por ello no poder, tener la imposibilidad de conseguir una penetración o no querer. Dificultando las relaciones sexuales con una sequedad extrema que las impida se consigue tener la excusa biológica perfecta. Una vez más una solución es eficaz pero no eficiente.

Si el síntoma es un aumento de alteraciones cardio-vasculares miraremos los temas territoriales o de impotencia. Aquí no es que los peligros sean más por ser mujer. Cuando una mujer desarrolla los síntomas mencionados es porque una vez que se produce la bajada de estrógenos y esto supone una basculación hormonal al hemisferio masculino, lo que conlleva que determinados conflictos que antes pasaban desapercibidos o se resolvían desde el hemisferio femenino, ahora se viven desde el masculino con la solución que esta polaridad desarrolla. Todo conflicto de territorio vivido desde una polaridad masculina se refleja en las arterias coronarias, por este motivo el número de mujeres muertas de infarto aumenta considerablemente una vez que llegan a este periodo de sus vidas.

Pero la pregunta importante seria, y ¿cómo solucionar estos conflictos que nos hacen sufrir estos molestos síntomas?

Como decía Carl G. Jung “mientras lo inconsciente no se haga consciente, el inconsciente dirigirá tu vida y tú lo llamaras destino”. Hagamos conscientes esos miedos y entendamos su verdadera procedencia. Una vez que los veamos y comprendamos dejaran de estar regidos por nuestro inconsciente y seremos nosotros desde nuestro córtex, nuestro consciente quien pueda darle solución ya que estará a un nivel visible y accesible.

Ver y disfrutar de las ventajas de ser una mujer menopaúsica. ¡Tú decides y tu cuerpo sabe cuáles son! Tu experiencia y sabiduría de mujer llegan en cualquier momento pero es lógico pensar que cuando las hojas del otoño han caído tu cuerpo se ha llenado de recursos que te sirven para tener un presente muy digno.

Disfruta de tu libertad, de tu madurez, experiencia, confianza… siempre conviene recordar que no es lo que vives, si no como tú lo vives. Menopausia: Liberación o condena. Tú decides.

Mujer

Marta Menéndez

Terapeuta en Descodificación Biológica Original, Ortohipnosis y PNL, Hipnosis Clínica Reparadora, Banda Gástrica Virtual, Maestro Reiki Usui, Quiromasajista.