ESCUELA DE DESCODIFICACIÓN BIOLÓGICA ORIGINAL 2015 2016 Vol. 3 | Page 30

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Revista EDBO Descodificación Biológica Terapia & Salud

Soy mujer y casi siempre estoy atareada, como he visto a mi madre, a las mujeres de mi familia y a casi todas las que conozco.

Cuando vuelvo de las vacaciones suelo hacerlo con muy buenas intenciones sobre mi propio autocuidado o maternaje. Porque lo necesito, porque sé que me sienta bien y también beneficia a los que están a mi alrededor. Vuelvo con el firme propósito de darle un tiempo diario a la meditación, y un par de espacios a la semana al yoga. Con la clara idea de participar de encuentros con amigas del alma para nutrirme, reír, llorar o simplemente ser. Con la ilusión de cantar y bailar más a menudo. Con la sana decisión de comer de forma más alcalina…

Pero no sé como lo hago que, año tras año, llego a “final de curso” habiéndolo experimentado poco, apurada de energía, contracturada, triste y/o enfadada.

¿Qué hace que ignore tan rápidamente lo que necesito?, ¿Cómo es que me olvido de mí con tanta facilidad? El peso del patriarcado

Resulta que vivimos, vives, en un estado de conciencia patriarcal donde el principio del deber rige sobre el principio del placer, especialmente para las mujeres. “Una buena mujer es la que se sacrifica, está siempre disponible, y lo hace con una sonrisa” llega a través de la publicidad, de las películas o de las conversaciones, provocando culpa o malestar cuando no es así.

La sociedad está orientada desde sus cimientos a la productividad, a lo cuantificable, al éxito y a la meta. Para ser “alguien” y atender a todo, necesitas desconectarte del cuerpo y de sus mensajes, perdiendo entonces la valiosa información de las emociones, de las sensaciones y del instinto. Y andamos durante el año, atendiendo el discurso de cosas pendientes que hay en la cabeza, cayendo derrumbadadas al llegar la noche.

Resulta también, en este estado de consciencia, que el principio masculino rige por encima del femenino. Estos principios, que son universales, y que están dentro tanto de hombres como de mujeres, no están desarrollados por igual. El principio femenino, que es el que tiene que ver con vivir los procesos, transitar las emociones y los duelos, vivir desde los sentidos, estar presente, asentir al cuerpo y gozarlo, fluir con los tiempos naturales, parir las decisiones y/o maternarse, aún necesita ser reconocido e integrado.

¿Cómo salgo de esta dinámica enfermiza?

Comprometiéndome con mi naturaleza cíclica y apoyándome en las esencias florales

Cada mes atraviesas un ciclo menstrual, ligado a la luna, que supone un viaje por cuatro arquetipos, independientemente de que sangres o no en esta

SOY MUJER

Y QUIERO MATERNARME

La valiosa información del ciclo menstrual, que estuvo siempre al alcance de las mujeres que te precedieron y fue ocultada con la llegada del patriarcado, hace que las mujeres salgamos de la ignorancia y de diversas formas sutiles de sumisión.

Carmen Hernández Rosety