ESCUELA DE DESCODIFICACIÓN BIOLÓGICA ORIGINAL 2015 2016 Vol. 2 | Page 70

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Revista EDBO Descodificación Bilógica Terapia & Salud

EL VÉRTIGO: MIEDOS, ANGUSTIAS Y TEMORES

Noelia Bonifacio

Se conoce por vértigo a la sensación subjetiva de movimiento, de giro del entorno o de uno mismo, o de precipitación al vacío sin que ésta exista realmente.

Es un trastorno del sentido del equilibrio que normalmente viene acompañado por:

Este trastorno puede afectar a cualquier persona y se calcula que una de cada siete lo padece.

La causa del vértigo puede ser consecuencia de alteraciones en el oído, en la conexión nerviosa del oído al cerebro o en el propio cerebro.

Se puede clasificar en vértigo periférico y vértigo central. El vértigo periférico es el más frecuente y viene de la afección del oído interno del nervio vestibular, mientras que el vértigo central deviene de alteraciones de los mecanismos neurológicos del propio sistema vestibular y puede ir acompañado de visión doble, inestabilidad y dolor de cabeza intenso.

Además el vértigo también puede ser objetivo o subjetivo, dependiendo de si el paciente siente que es él quien gira alrededor de las cosas o si percibe que es su entorno el que parece dar vueltas a su alrededor.

Las personas que padecen este trastorno son personas con dudas, temor a lo desconocido y a la angustiosa impresión de perder el equilibrio. Desde el punto de vista de la Descodificación Biológica Original, el vértigo se manifiesta en personas que se niegan a mirar o contemplar algo que no es de su agrado. Personas que se sienten inmersas en situaciones desagradables. Que albergan temores ante un cambio inesperado en sus vidas.

Estas personas se sienten obligadas a avanzar, pero con el riesgo real de caer y perder el control, al enfrentarse a situaciones desconocidas y poco deseadas. De ahí que tengan la angustiosa impresión de perder el equilibrio. Y experimentan dudas y temores ante el hecho de tomar decisiones.

El vértigo es una manera de huir de algo que no se quiere ver o escuchar. De una situación que avanza demasiado rápido y les hace tambalearse. Todo ello genera instabilidad y mucha ansiedad.

Acrofobia o miedo a las alturas

La acrofobia y el vértigo responden a conflictos diferentes. El miedo a las alturas se percibe y se siente como una fobia, y genera mucho estrés. La persona que lo padece trata de evitar, en la medida de lo posible, estas situaciones.

El miedo a las alturas aparece en personas que carecen de referentes y sienten que no tienen en quién apoyarse. Se creen incapaces de controlar y mantener el equilibrio ante las circunstancias y situaciones de la vida.

A través de la terapia, el profesional analiza aquellos aspectos y matices de las personas que considera de interés para llegar a la emoción oculta que ha generado el conflicto, hasta la toma de conciencia del origen del síntoma que desencadenó el vértigo.

Así, pues, el vértigo se produce por un anormal funcionamiento del oído interno manifestado por las personas que albergan dudas, incertidumbre y temores relacionados con algo que no soportan escuchar y que probablemente no pueden evitar. De ahí, que el profesional busque en la persona lo que no soporta oír o escuchar, aquello de lo que huye, del posible conflicto que tiene de referentes o del miedo a futuras situaciones dramáticas que se despliegan ante la persona.

Así mismo, hay que prestar atención tanto al proyecto sentido como al transgeneracional, dado que el vértigo puede ser un conflicto programado por sus antepasados o por los padres en la etapa uterina.

El vértigo puede generarse por conflictos no cerrados satisfactoriamente por generaciones anteriores, hasta que un miembro del clan toma conciencia y se sana a sí mismo, buscando previamente las líneas de afinidad entre miembros del sistema.

Solo entonces, a partir de la toma de conciencia, el terapeuta ayudará a la persona a cambiar sus creencias, desprogramar el conflicto y sanar su inconsciente.

Por: Noelia Bonifacio

FUENTE CONSULTADA

Por: Eva María Vergara

•Zumbido en oídos

•Pérdida del equilibrio

•Mareos

•Hipoacusia en el oído

•Visión doble

•Parálisis facial

•Dificultad en la articulación del lenguaje

•Debilidad de las extremidades.

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