El sistema nervioso autónomo es doble.
El sistema nervioso simpático rige lo que podríamos llamar la función de la acción y del combate. Nos permite crear las hormonas capaces de hacer que pasemos a la acción, tanto sea para defendernos como para huir.
El sistema parasimpático ayuda a que nuestro organismo se relaje y repare los estragos del estrés. Sin embargo, esto sucede con algún inconveniente o incomodidad. De este modo, la fiebre es uno de los procesos de curación y una adecuada gestión permite la vuelta a una salud normal.
Pongamos una imagen a modo de ejemplo. Si os agreden, y no queréis morir, solo os quedará defenderos o conseguir huir. Durante vuestra lucha por la vida, vuestro cerebro obligará al cuerpo a daros la energía necesaria para que os defendáis sacando la energía de otros lugares que no son indispensables. Ya no se puede comer ni dormir, las extremidades de los miembros se enfrían. Están en lo que conocemos por simpaticotonía. El estrés se mantiene para permitir el combate. A partir del momento en el que se acabe la agresión, se tendrán que arreglar los daños en la casa, restaurarse y dormir para recuperarse. Además, un biochoc se puede vivir como una agresión. Mientras no se haya acabado el combate no se puede reparar.
Desde que el estrés se termina, se lleva a cabo una inversión del sistema nervioso y el organismo se conecta con el sistema parasimpático. El paciente que entonces tenía las manos heladas debido al estrés, se dará cuenta de que sus manos están hirviendo, que tiene hambre y que tiene ganas de una única cosa: dormir. Además, durante los arreglos por los obreros biológicos llevados por las vías fluviales, hay un periodo de incomodidad y de perturbación antes de volver a la calma tras la tormenta. Durante este periodo, la mayor parte de los síntomas serán considerados como empeoramientos.
En el caso de un cáncer, según el tipo de tumor y su localización, las reacciones pueden ser alarmantes para el paciente y el cuerpo médico que desconoce la ley bifásica de las enfermedades del Dr. Hamer.
Si el miedo aparece en este estadio, el organismo reactivará el sistema simpático y los obreros, creyendo que el tratado de paz ha sido menoscabado, dejarán de arreglar. La curación se ralentizará o se parará según lo que dure el estrés.
Hay tres tipos de obreros:
- los que tienen la misión de sacar la basura (basurero), por ejemplo, el mycobacterium tuberculosis, que desbrozan los tumores intestinales de la hoja endodérmica durante la fase vagotónica (parasimpática).
- los que nivelan el terreno y se encargan de tapar los cráteres. Por ejemplo los virus, que tienen la misión de rellenar las pérdidas de sustancia. Tan sólo se encuentran úlceras y virus en la fase de resolución del conflicto y sólo en los órganos ectodérmicos.
- los que sólo «tratan» órganos deteriorados (necrosis, osteolisis) de la hoja mesodérmica y que podemos considerar, en la fase vagotónica, como apisonadoras que sacan los escombros para que el organismo pueda reconstruirse sobre bases sólidas.
Ejemplos de cáncer de los órganos controlados por el tronco del encéfalo
La endodermis, que gobierna el tronco del encéfalo y cuya esfera es el control del equilibrio homeostático interno del organismo como la parte endodérmica del estómago, del duodeno, del páncreas (salvo los islotes), del hígado (salvo las vías biliares), del intestino delgado, del apéndice, de las amígdalas, parótidas, la tiroides, el cuerpo del útero, la próstata, etc.
La mayor parte de los conflictos relacionados con esta hoja embrionaria endodérmica tienen un carácter principalmente « visceral », como por ejemplo los conflictos de « alimento », de « ganas », de « porquería», de « maldad », de « pasta », el conflicto de miedo a la muerte, el miedo arcaico de ahogarse (manchas redondas en el pulmón), los miedos viscerales.
La endodermis en fase simpatocotónica tiene como programa biológico crear (+) masa por multiplicación celular (carcinoma adenomatoso, Morbus Crohn) y, en fase vagotónica, reducir (-) la masa si el organismo tiene los microbios adecuados (bacilo de Koch, inflamación, infección, modificaciones sanguíneas que simplemente dan testigo de este destrucción en curso). En otras palabras, simplemente habrá una paralización de la masa (enquistamiento, fibromatización, cicatrización residual).
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Revista EDBO Descodificación Bilógica │ Terapia & Salud