ESCUELA DE DESCODIFICACIÓN BIOLÓGICA ORIGINAL 2015 2016 Vol. 2 | Page 21

DEPRESIÓN

Revisión desde la Descodficación

Biológica Original

Maria Velichko

Todos conocemos la palabra DEPRESIÓN. Al oírla enseguida la mente nos lleva a una mezcla de emociones de tristeza, fatiga, falta de interés y placer en la vida. A veces la depresión puede durar varios meses o varios años. Lo que está claro y sabemos todos es que nadie está feliz en depresión.

Las soluciones farmacológicas y tratamientos psiquiátricos dan resultados tan sólo durante un breve espacio de tiempo y después todo vuelve a su situación original. Las estadísticas sobre este trastorno hablan de 350 millones de personas que lo sufren en todo el mundo. Y este número va creciendo.

Sin embargo, desde la perspectiva de la Descodificación Biológica Original podemos ver este trastorno tan común como un mecanismo de adaptación de la sabia madre naturaleza en las personas.

La Descodificación Biológica Original y la Nueva Medicina Germánica nos permiten ver un grupo de conflictos muy concretos que vive nuestro cerebro y que nos colocan en depresión.

Una vez que estos conflictos estén solucionados, saldremos de este estado naturalmente.

Todos los seres vivos sanos queremos alejarnos de lo negativo (el dolor, el sufrimiento, etc.) y buscamos lo positivo (el bienestar y el placer). Es un mecanismo biológico natural que permite conservar la especie. Sin embargo, cuando sufrimos la depresión este mecanismo no se activa y seguimos haciendo algo que es negativo para nosotros.

Cuanto más profunda es la depresión en un ser humano, mayor es la apatía y la anhedonia, es decir, incapacidad de disfrutar y sentir el placer, y más difícil y largo es el camino de retorno. Por ello, es importante estar muy atentos a los siguientes indicios de depresión que podemos encontrarnos en la vida cotidiana.

Inicialmente se manifiesta con aburrimiento, pesimismo, falta de tono muscular, ganas de evadirse, dejar de hacer lo que se está haciendo y de no hacer nada. Después, estas señales se agravan y aparece la sensación de que no hay solución, falta de ganas de vivir y pensamientos suicidas. Estas son claras alarmas para pararse y decirse a uno mismo que hay que cambiar la mirada y la actitud hacia su propia realidad.

Sólo el hecho de aceptar la depresión como una enfermedad que viene a curarnos, permite dejar de estar alerta mentalmente contra ella y abandonar la lucha contra esta parte de uno mismo con fármacos, tratamientos de choque o de actividad frenética bajo una exigencia del tipo “¡anímate, hombre!”

Además, este diagnóstico, permite que la persona se permita un espacio y un tiempo que le llevará a conocerse y a descubrirse a sí misma como nunca lo había hecho en su vida.

Las personas que acudían a mi consulta con depresión, empezaban por aceptar a ver este mal como un bien. A partir de allí empezaban un nuevo camino en su vida que les llevaba a otras dimensiones de alegría y tranquilidad en el día a día.

Salud

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