ESCUELA 3 DE 5 | Page 32

SEPTIMO:

Virginia y el fantasma se encuentran en otra dimensión, más allá del salón de los tapices. Allí los esperaban dos hombres, uno vestido totalmente de negro penetrante, terrorífico y el otro de ropas tan blancas como las nubes.

Al enfrentarlos le piden a la joven que se corriera hacia un costado ya que su misión había sido lograr que el fantasma llegara ante ellos ya que lo estuvieron esperando cuatrocientos largos años pero hasta ese día, él no se atrevió nunca a atravesar los muros. Ellos sabían que a lo que le tenía miedo era a la vergüenza, el dolor, la culpa y por eso padeció tantos años sin encontrar la paz. El miedo a enfrentar a la justicia fue más fuerte.

Le anuncian a Lord Canterville que debía pasar dos pruebas, él no se resistió. La propuesta primera fue hecha por el ser oscuro y consistía en matar a un animal, las opciones eran: hormiga, pajarito, gato o perro. El fantasma sin dudar se negó rotundamente. Cuando la muerte lo escuchó solo le dijo: _ ¡Bien hecho!¡Has demostrado que eres valiente y sentimental y no eliges la muerte de otro ser por pequeño que sea a cambio de tu descanso eterno!

La segunda prueba era soportar ver todo lo que había hecho en vida. Después de revivir cada recuerdo, pidió perdón y lloró desconsoladamente. Casi al mismo tiempo el hombre de negro desapareció y habló por primera vez el otro hombre, aquel de blanco que le extendió la mano y lo invitó a caminar junto a él; Virginia comprendió que era un ángel que se llevaría a su amigo hacia el descanso eterno. Se despidieron ante una gran puerta que separaba dos mundos: el de los vivos al que pertenecía la joven y el de los muertos, aquel al que el fantasma siempre había querido llegar.